Los últimos días de diciembre están marcados por el incremento sostenido de viajes por todo el país y el transporte terrestre de pasajeros entra en una de sus temporadas más exigentes.
La Asociación Nacional de Transporte Terrestre de Pasajeros por Carretera (Aditt) proyecta que más de 13,2 millones de personas se movilizarán por vía intermunicipal antes de que termine el año, un volumen que obliga a reforzar la operación en terminales y corredores estratégicos, pero que también expone las fragilidades estructurales del sistema vial.
Las cifras divulgadas por el gremio anticipan cerca de 1,23 millones de despachos vehiculares durante diciembre, lo que representa un aumento frente al mismo periodo del año anterior.
Para atender esta demanda, las empresas afiliadas activaron planes especiales que incluyen refuerzos de flota, ampliación de horarios y ajustes operativos en los días de mayor congestión, particularmente en las jornadas previas y posteriores a las festividades de Navidad y Año Nuevo.
Aditt sostiene que la planificación se apoyó en el análisis del comportamiento histórico de los usuarios y en la tendencia de recuperación gradual del sector, tras varios años marcados por restricciones, costos crecientes y dificultades operativas. El transporte terrestre continúa siendo el principal medio de desplazamiento para millones de colombianos, no solo por motivos recreativos, sino también para actividades laborales, educativas, familiares y de acceso a servicios esenciales.
Sin embargo, el anuncio de capacidad operativa vino acompañado de un llamado directo al Gobierno nacional. Para el gremio, la preparación empresarial resulta insuficiente si no existen condiciones mínimas de movilidad y seguridad en las carreteras. Los bloqueos, cierres prolongados y afectaciones al orden público siguen siendo un factor que incide de manera directa en la regularidad de los servicios, los tiempos de viaje y la seguridad de conductores y pasajeros.
De acuerdo con datos de Aditt, entre 2022 y 2025 se registraron en promedio 148 bloqueos mensuales en las vías del país. En ese panorama, la vía Panamericana se consolidó como uno de los corredores más afectados, con alrededor de seis cierres al mes, una situación que impacta la conexión entre regiones y altera de forma recurrente los itinerarios del transporte intermunicipal.
El gremio advirtió que estas interrupciones generan sobrecostos operativos, aumentan los riesgos durante los desplazamientos y provocan pérdidas económicas que terminan trasladándose al sistema en su conjunto. Además, obligan a modificar de manera constante la programación de despachos y deterioran la experiencia de los usuarios en una de las épocas de mayor presión logística.
Aditt también dirigió un mensaje a los viajeros, insistiendo en la importancia de planear los desplazamientos con anticipación y adquirir los tiquetes únicamente a través de empresas habilitadas. Según la asociación, el uso de canales formales garantiza coberturas, seguros y condiciones de servicio reguladas, y contribuye a una operación más ordenada en terminales y puntos de salida.
Mientras millones de pasajeros se preparan para movilizarse por carretera, el sector insiste en que el transporte terrestre es un servicio público esencial cuyo funcionamiento no depende solo de buses disponibles, sino de decisiones institucionales que aseguren la libre circulación y la estabilidad en las vías del país.




