La guerra en Ucrania ha alcanzado un nuevo nivel de intensidad tras el presunto lanzamiento de un misil balístico intercontinental por parte de Rusia, según denunció Kiev. Este tipo de arma, diseñada para transportar ojivas nucleares, fue utilizado con una carga convencional en un ataque contra Dnipró, en el este de Ucrania. Si bien Moscú no ha confirmado el uso del misil, el hecho marca un punto de inflexión en el conflicto, generando preocupación internacional por el riesgo de una escalada aún mayor.
Un ataque sin precedentes
La Fuerza Aérea de Ucrania informó que el misil fue disparado desde la región rusa de Astracán, acompañado de otros proyectiles que impactaron infraestructuras críticas en Dnipró. Es la primera vez desde el inicio de la invasión rusa en 2022 que Moscú emplea un arma de este alcance en el conflicto.
Aunque las autoridades ucranianas confirmaron que el misil no llevaba carga nuclear, su uso es considerado por Kiev como una amenaza grave y una muestra del endurecimiento de las tácticas rusas. Sergii Lisak, gobernador de la región, detalló los daños causados por el bombardeo, que afectaron un centro de rehabilitación, una planta industrial y varias viviendas. Dos personas resultaron heridas, una de ellas hospitalizada.
La respuesta del Kremlin
Consultado sobre el lanzamiento, Dmitry Peskov, portavoz del Kremlin, evitó confirmar o desmentir la información, limitándose a reiterar que Rusia “hace el máximo esfuerzo por impedir un conflicto nuclear”. Sin embargo, las recientes actualizaciones en la doctrina nuclear rusa, que ahora permiten el uso de armas nucleares contra países que no las poseen, han generado alarma en Occidente.
La Comisión Europea calificó el uso del misil intercontinental como una “clara escalada” por parte de Vladimir Putin. “Mientras evaluamos todos los hechos, es obvio que tal ataque marca un cambio en la dinámica del conflicto”, declaró Peter Stano, portavoz del organismo.
El contexto de una escalada misilera
El uso del misil intercontinental se da en un momento en que ambos bandos han intensificado los ataques con armas de largo alcance. Ucrania ha comenzado a utilizar misiles Storm Shadow, suministrados por Reino Unido, tras recibir autorización para atacar objetivos en territorio ruso. Según el Ministerio de Defensa ruso, dos de estos misiles fueron derribados por su sistema de defensa aérea, aunque no se precisó la ubicación exacta.
Por otro lado, las fuerzas rusas han aumentado su presión en el frente de batalla, logrando avances en Donetsk y capturando una aldea cerca de Kurajove. Esta intensificación ocurre mientras Ucrania enfrenta crecientes desafíos para mantener sus líneas defensivas.
Un panorama de incertidumbre global
La utilización de un misil intercontinental, incluso sin carga nuclear, ha generado preocupación global por el potencial de una escalada más amplia. Estos misiles no solo son armas tácticas, sino que representan una amenaza estratégica, capaces de alcanzar objetivos a miles de kilómetros de distancia y cambiar el equilibrio de poder en un conflicto.
El ataque también subraya el riesgo de que el conflicto se extienda más allá de las fronteras ucranianas, involucrando directamente a actores internacionales como la OTAN y la Unión Europea.
La reacción internacional
Occidente ha condenado enérgicamente la escalada de ataques. La Comisión Europea y otras organizaciones internacionales han advertido que el uso de estas armas podría tener consecuencias catastróficas para la estabilidad regional y global. A pesar de los esfuerzos diplomáticos, las acciones recientes de Rusia y Ucrania muestran que el camino hacia una solución pacífica sigue siendo incierto.
¿Qué sigue?
El uso del misil intercontinental es una señal de que Moscú está dispuesto a emplear medidas más agresivas para lograr sus objetivos, mientras Ucrania busca fortalecer sus capacidades con el apoyo militar de Occidente. La comunidad internacional enfrenta ahora un desafío crucial: cómo evitar que este conflicto local evolucione hacia una guerra de alcance global.
La incertidumbre sigue creciendo, mientras las tensiones en el terreno aumentan y las acciones de ambos lados refuerzan el temor de que el conflicto en Ucrania esté entrando en una fase aún más peligrosa.
*Con información de agencias