Más de 450 drones y 45 misiles fueron lanzados por Moscú en una ofensiva nocturna que dejó al menos tres muertos, múltiples heridos y cortes de energía en varias regiones ucranianas.
Kiev denuncia una estrategia para dejar al país sin calefacción en pleno invierno.
En una de las mayores ofensivas desde el inicio de la invasión en 2022, Rusia lanzó un ataque masivo con drones y misiles contra la infraestructura energética de Ucrania durante la noche del 7 al 8 de noviembre. Según la Fuerza Aérea ucraniana, se dispararon más de 450 drones y 45 misiles, de los cuales 406 drones y nueve misiles fueron interceptados. Sin embargo, 26 misiles y 52 drones impactaron en al menos 25 objetivos estratégicos, afectando gravemente instalaciones eléctricas y de calefacción en Kiev, Járkov, Poltava, Dnipró y Odesa.
El ataque dejó al menos tres muertos y más de una docena de heridos, según informaron autoridades locales. En Dnipró, un dron impactó un edificio residencial de nueve pisos, causando la muerte de dos personas y dejando a seis más hospitalizadas. En Járkov, se reportaron cortes masivos de electricidad y agua, mientras que en Kremenchuk (Poltava), la población sufrió interrupciones en el suministro de calefacción, electricidad y transporte ferroviario.
La ministra de Energía de Ucrania, Svitlana Grynchuk, denunció que los ataques fueron dirigidos específicamente a “instalaciones clave del sistema eléctrico”, y que se activaron apagones de emergencia en varias regiones. “El enemigo está atacando masivamente la infraestructura energética de Ucrania nuevamente”, afirmó.
El presidente Volodímir Zelenski acusó a Moscú de utilizar el invierno como arma de guerra. “Estos ataques buscan privar a la población de electricidad, agua y calefacción. Es una estrategia para quebrar la moral de los ucranianos”, declaró. El mandatario también pidió a la comunidad internacional reforzar las sanciones contra el sector energético ruso, al considerar que los ataques son una forma de castigo colectivo contra civiles.
El ministro de Relaciones Exteriores, Andrii Sybiha, añadió que los bombardeos también afectaron redes ferroviarias y depósitos de locomotoras, lo que podría complicar la logística y el transporte de suministros en las próximas semanas.
El Ministerio de Defensa de Rusia confirmó la ofensiva, asegurando que se trató de un “ataque masivo con armas de largo alcance y alta precisión” dirigido a instalaciones del complejo militar-industrial ucraniano y centros de energía que respaldan operaciones militares. Moscú justificó la acción como una respuesta a los ataques de Kiev contra infraestructura energética en territorio ruso.
Con la llegada del invierno, los ataques a la infraestructura energética ucraniana generan temor por una crisis humanitaria. Según la Escuela de Economía de Kiev, más del 25 % de la demanda eléctrica del país podría quedar insatisfecha durante los meses más fríos si continúan los bombardeos.
A pesar de los daños, la ministra Grynchuk aseguró que “Ucrania tendrá luz y calefacción este invierno”, aunque reconoció que se requerirá apoyo internacional para reparar las redes y mantener el suministro.





