Luego de la jornada vivida ayer en el país se puede concluir algo: Las marchas programadas por el Gobierno Petro no tuvieron eco, la gente en términos generales no salió a las calles y lo que se anunciaba como una “Gran movilización” no tuvo nada de ello.
Pese a que Petro habló de 71 manifestaciones en total, la gente hizo caso omiso, excepto en Bogotá y Medellín, en donde se registraron disturbios.
El hecho que tiñó la jornada fue el asedio al Palacio de Justicia. El Presidente Petro a propósito del tema indicó que: “La Presidencia recuerda a quienes quieran manifestarse en ejercicio de sus derechos constitucionales no afectar de ninguna manera las instituciones. El Gobierno garantiza la independencia de poderes en el país y la libertad de sus decisiones”.
Esta situación surgió como reacción por los hechos acontecidos en la Corte Suprema de Justicia donde no se pudo elegir al nuevo fiscal que reemplazará a Francisco Barbosa, y fue originada por “Infiltrados” y no por los organizadores de la marcha según Petro, quien ante esta situación decidió convocar a una reunión extraordinaria a la cúpula militar para analizar los desórdenes presentados en inmediaciones del Palacio de Justicia.
Según los reportes, en Medellín menos de 2.000 mil personas participaron de las marchas, mientras que en la capital de la República tan sólo unas 10.000 mil salieron a las calles, lo mismo ocurrió en Cali y Barranquilla donde hubo una muy pobre presencia de marchantes en la jornada promovida por el Gobierno y Fecode.