Por: Claudia Ramirez
Medellín se convirtió en el Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación, luego de que en enero fuera sancionada la ley 2286 del 2023 que nos permite pasar de municipio a distrito especial. Dar este paso implica que Medellín tenga una reestructuración político – administrativa, asignación de nuevas funciones a las autoridades distritales, promoción y desarrollo de ciencia, tecnología e innovación y un impacto fiscal en las fuentes de financiación.
El principal beneficio que esto trae para Medellín es poder ser líder y referente en ciencia, tecnología e innovación a través de las facultades especiales que nos otorga ser distrito, que siendo municipio no eran posibles o eran muy limitadas. Asimismo, poder tener una articulación y comunicación directa con el Gobierno Nacional; y ser un territorio para que las empresas dedicadas a estas capacidades focalicen su desarrollo en Medellín.
¿Qué significa eso de ser Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación?
La administración en cabeza de la Secretaría de Desarrollo Económico ha presentado ante el Concejo de Medellín el proyecto de acuerdo para la adopción de una política pública distrital de Ciencia, Tecnología, Innovación y Sostenibilidad. Este debate es uno de los más importantes que se dará en el 2023 porque seguirá teniendo una repercusión importante en la forma como abordamos los objetivos de mediano plazo del Distrito. Este acuerdo debe ser revisado y estudiado por todos los medellinenses porque determinará en gran medida las acciones que se tomarán a futuro en materias como la educación o el impulso de la ciencia, la tecnología y la innovación a nivel empresarial.
Una de las inquietudes es que la propuesta de política pública, la cual busca reglamentar las herramientas del Distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación no se concentra en establecer prioridades dentro del ámbito de su competencia, sino que por el contrario reglamenta herramientas ya contempladas en la Ley 2286 de 2023 que fue promulgada para definir ese aspecto en específico, tales como; el modelo distrital de gobernanza.
Al analizar la política pública domina el concepto de tecnología desde lo técnico y desde procesos de cómo utilizar las herramientas para generar resultados o funcionamientos más rápidos y, si bien este tema es importante para el desarrollo de Medellín, no hay claridad sobre la participación a profundidad de la ciencia o de cómo se impulsará, algo que debe ser fundamental porque las máquinas no son las que piensan.
Adicionalmente, en la política pública se están utilizando estrategias y acciones que vienen de programas anteriores sin hacer una evaluación del impacto que estas han tenido, asumiendo que con sólo la adopción de herramientas técnicas o tecnológicas se tendrá un impacto mejor o habrá mayor eficiencia, eficacia y efectividad en la acción pública.
¿Cómo garantizar que se tenga impacto en esta ocasión?
Hay algo importante por nombrar y es que esta política pública adiciona un “apellido” y es la sostenibilidad; es agridulce, porque la sostenibilidad como elemento de discusión es imperante que sea abordado a la mayor brevedad, sin embargo, el desarrollo que tiene en esta primera política pública es mínimo para las problemáticas que actualmente tiene el distrito en consecuencia de la crisis climática.
Medellín no se ha planeado bien y menos ha sido sostenible, necesitamos que el comercio, el turismo, las problemáticas sociales de ruido, medio ambiente, residuos sólidos, reciclaje y otras más sean mejor pensadas desde lo sostenible. Ante la falta de presencia de este gran componente y de planificación vemos desbordamientos de quebradas, incremento de basuras en las calles, un turismo con poco control. Sin duda las estrategias de la política pública pensada sobre sostenibilidad han sido insuficientes para actuar frente las actuales problemáticas que tiene el distrito, es necesario profundizar más en la integración de la sostenibilidad real desde todos los ámbitos; sociales, económicos, ambientales y otros.
Desde la academia la política pública de Ciencia, Tecnología, Innovación y Sostenibilidad también ha sido objeto de análisis, el G8 conformado por las 8 universidades de alta calidad Medellín encontraron que el contenido frente al funcionamiento de los mecanismos de financiación del CTI+S era muy limitado para dar cumplimiento a la variedad de estrategias y actividades que contempla necesarias para lograr los objetivos planteados.
Al día de hoy ad portas de ser aprobado este proyecto de acuerdo, continúan los interrogantes sobre la procedencia y fortaleza de la financiación y, aunque la academia y varios actores hemos acompañado el proceso de acuerdo, aún existen muchas inconformidades sobre la proyección de los objetivos y la capacidad de hacer un seguimiento y evaluación de los mismos. En el futuro cercano es necesario que la ciudadanía entienda la política pública y reclame su cumplimiento para realmente convertirnos en un verdadero distrito de Ciencia, Tecnología e Innovación y no en un nombre solo en papel.
