El presidente electo de Chile, José Antonio Kast, respondió este martes a las declaraciones emitidas en las últimas horas por el presidente de Colombia, Gustavo Petro, y por el líder del régimen venezolano, Nicolás Maduro, en un cruce de mensajes que elevó el tono del debate político regional tras las elecciones chilenas, en la que lo tildan de ser un Nazi.
Desde el aeropuerto internacional Arturo Merino Benítez, en Santiago, minutos antes de viajar a Argentina para reunirse con el presidente Javier Milei, Kast calificó a Nicolás Maduro como un “dictador” y fue más allá al referirse a él como un “narcodictador”. Sus declaraciones se produjeron luego de que el mandatario venezolano le advirtiera que, en su futuro gobierno, no “se metiera” con los migrantes venezolanos que residen en Chile.
“El señor Maduro es un dictador, un narcodictador, y sus palabras me tienen sin cuidado”, afirmó Kast, quien aseguró que el régimen venezolano atraviesa un momento complejo debido a la presión internacional, en particular de Estados Unidos, por el tema del narcotráfico. El presidente electo sostuvo que la exportación de drogas “no es aceptable” y que esa situación ha generado consecuencias políticas y diplomáticas para Caracas.
Las declaraciones de Kast se enmarcan en una de las principales banderas de su campaña orientada a llevar a cabo la promesa de conformar un “gobierno de emergencia” para enfrentar lo que ha descrito como la peor crisis de seguridad y migración de las últimas décadas en Chile. Entre sus propuestas se encuentran el endurecimiento de las políticas contra la migración irregular, el aumento del despliegue policial, el reforzamiento de la frontera norte con vallas y zanjas, y la tipificación de la migración irregular como delito.
Durante la campaña, Kast incluso mantuvo una cuenta regresiva dirigida a los cerca de 340.000 migrantes en situación irregular que viven en Chile, invitándolos a abandonar voluntariamente el país antes de su posesión. Este enfoque ha generado reacciones tanto dentro como fuera del país.
Nicolás Maduro, por su parte, insistió en que los venezolanos en Chile “tienen derechos” que deben ser garantizados por la Constitución chilena. Además, invitó a sus compatriotas a regresar a Venezuela a través del programa oficial “Vuelta a la Patria”, anunciando un plan especial de apoyo para quienes decidan retornar.
El cruce de declaraciones también incluyó al presidente colombiano Gustavo Petro. Tras la contundente victoria electoral de Kast, Petro afirmó que en América Latina “vienen los vientos de la muerte” y llamó a “resistir con la espada de Bolívar en alto” en los países que conformaron la antigua Gran Colombia. Estas palabras provocaron una reacción inmediata del Gobierno chileno saliente.
Al respecto, Kast insistió en que si bien las declaraciones del presidente de Colombia, persona que fue electa democráticamente y resaltó que en ese sentido, emite los juicios desde ese punto de vista, incidiendo en su afirmación hecha a Maduro de que lo tiene sin cuidado. No obstante, por la consideración democrática de la elección de Petro, Chile ha iniciado proceso institucional para hacer llegar al Gobierno Colombiano, una nota de protesta por los cometarios de Petro.
«Por instrucción del presidente de la República hemos entregado una nota de protesta al embajador de Colombia en Chile, para manifestar nuestra molestia por los inaceptables dichos del presidente de Colombia respecto de la elección presidencial en nuestro país», señaló el ministro de Exteriores de Chile, Alberto van Klaveren.
La administración del presidente Gabriel Boric, que inició formalmente el proceso de transición, entregó una nota de protesta al embajador de Colombia en Chile, calificando las declaraciones de Petro como “inaceptables”. El episodio evidencia un inicio de relaciones diplomáticas tensas entre el futuro gobierno chileno y algunos líderes de la región, en un contexto marcado por profundas diferencias ideológicas.






