La Contraloría General de la República emitió una alerta sobre la significativa caída en el recaudo tributario durante el primer semestre de 2024, superando incluso la disminución observada durante la pandemia de 2020.
Esta situación genera preocupación en diversos sectores económicos y gubernamentales, ya que impacta directamente en la capacidad fiscal del país.
Caída en el recaudo tributario
De acuerdo con la información proporcionada por el Sistema Integrado de Información Financiera (SIIF), en el primer semestre del año se recaudaron $215.81 billones, con devoluciones por $2.43 billones, lo que generó un recaudo efectivo neto de $213.38 billones.
Esta cifra representa una reducción del 0.3% en comparación con el mismo periodo del año anterior. El recaudo neto corresponde al 42.4% del aforo vigente a junio.
En términos de ingresos netos para la Nación, se alcanzaron $196.66 billones, equivalentes al 41.3% de la meta anual. En cuanto a los ingresos propios de los establecimientos públicos, estos fueron del 16.72%, lo que representa el 62.3% de la meta anual.
Por concepto de ingresos tributarios hasta junio, se recaudaron $129.01 billones. Descontando las devoluciones, el recaudo efectivo neto fue de $126.63 billones.
Las causas de la caída en el recaudo tributario
La Contraloría indicó que los recaudos tributarios efectivos netos representaron el 59.3% de los ingresos presupuestales totales y el 64.4% de los recursos de la Nación recaudados.
Comparando con el primer semestre de 2023, se evidencia una caída del 17%, equivalente a una disminución de $15.82 billones, superando la disminución del 13% que se experimentó durante la pandemia.
Las razones detrás de esta fuerte disminución se deben, según la entidad, a la caída en el recaudo de cuotas de renta e impuestos externos.
Además, la gestión de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) para reducir la evasión tributaria aún no ha producido los resultados esperados. Esta combinación de factores ha llevado a una significativa reducción en los ingresos tributarios, afectando la estabilidad fiscal y la planificación presupuestaria del país.
Implicaciones y próximos pasos
Esta situación plantea serios desafíos para el gobierno colombiano, que deberá implementar medidas efectivas para aumentar el recaudo y garantizar la sostenibilidad fiscal. Entre las posibles acciones, se podrían considerar reformas tributarias, mejoras en la gestión de la DIAN y estrategias para combatir la evasión fiscal más efectivamente.
La caída en el recaudo tributario subraya la necesidad de una evaluación seguida y ajuste de las políticas fiscales para asegurar que se logren las metas de recaudación y se mantenga la estabilidad económica del país en el mediano y largo plazo.
Cabe recordar el análisis de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF), estima que el cráter del hueco llegaría a $26,3 billones ante un menor recaudo de impuestos. Piden al Gobierno sincerar las cuentas en el Marco Fiscal de Mediano Plazo.
Este ajuste fiscal, considerado uno de los más significativos en la historia reciente del país, ha generado un intenso debate entre expertos económicos, políticos y la ciudadanía.
Sin embargo, ANIF ha proyectado un faltante de 26,3 billones de pesos en los ingresos presupuestados para el año en curso.
Este déficit se atribuye a un menor recaudo de impuestos, lo que pone en riesgo las metas de ingresos establecidas por la DIAN.
Buena parte de esta caída en las cifras de abril se explica por un menor recaudo de la DIAN en el impuesto de renta y renta-cuotas, que frente al mismo mes del año pasado cayó 51%.
Finalmente, la ANIF insiste que: “estas cifras de menor recaudo son preocupantes y son síntoma de un entorno de bajo crecimiento. Adicionalmente, la composición sectorial de las cifras de actividad está siendo adversa para las metas de recaudo, como lo advertimos en uno de nuestros informes a comienzos de abril”.
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