Gustavo Petro tenía programada una segunda reunión con el gremio nacional de taxistas, en especial los de Bogotá, pero como a veces dicen los conductores amarillos, «eso por allá no voy».
Petro dejo plantados a los taxistas que lo esperaron durante varias horas, para tratar temas como el alza de la gasolina y los descuentos en el SOAT. Desde Casa de Nariño, como ya es costumbre, cancelaron el encuentro con el presidente, por causas de agenda.
Guillermo Reyes, ministro de Transporte, representó a Petro e intenta apagar la amenaza de paro y bloqueo en las ciudades por parte del gremio. La cancelación de la anunciada reunión despertó la molestia de los taxistas.