La ruptura de relaciones diplomáticas entre Colombia e Israel ha generado una serie de decisiones en el Gobierno de Gustavo Petro, entre ellas, la urgente necesidad de reemplazar la envejecida flota de aviones Kfir de la Fuerza Aérea Colombiana (FAC).
Estas aeronaves, que han sido el pilar de la defensa aérea del país, han quedado obsoletas y su mantenimiento se ha vuelto insostenible en medio de la crisis diplomática.
La tensión agravada por las críticas de Petro a la política israelí y la posterior suspensión de exportaciones de seguridad por parte de Israel, impulsó al Gobierno colombiano a buscar alternativas para modernizar su fuerza aérea.
Empresas de Francia, España, Suecia y Estados Unidos han mostrado interés en ofrecer sus modelos de aviones de combate para remplazar los Kfir, cuya vida útil comenzó a expirar en diciembre de 2023.
Competencia internacional por la sustitución de los Kfir
Las compañías que competirían por el millonario contrato se encuentran gigantes de la industria aeronáutica como Lockheed Martin (Estados Unidos), Dassault Aviation (Francia), Saab (Suecia) y Eurofighter (España). Los modelos propuestos incluyen el F-16, Rafale, Gripen y Eurofighter Typhoon.
A pesar del déficit de $12 billones de pesos en el presupuesto nacional, el gobierno de Petro ya aprobó movimientos financieros para comenzar las negociaciones.
Se estima que el proceso oficial de compra se anunciará después de la COP16, posiblemente en diciembre. El presupuesto inicial para esta adquisición sería de $678 millones de dólares, con la intención de comprar entre tres y cuatro aviones inicialmente, y eventualmente completar una flota de hasta 16 aeronaves.
Los aviones propuestos, considerados esenciales para la defensa de la soberanía nacional y la protección de infraestructuras críticas como oleoductos y torres de energía, tienen un costo base aproximado de un millón de dólares cada uno, sin contar el armamento ni los sistemas de guerra electrónica.
A pesar de su elevado precio, el gobierno ha justificado la compra como una necesidad estratégica, especialmente tras la ruptura de los acuerdos con Israel, que anteriormente proveía los repuestos y mantenimiento de los Kfir.
Contradicciones y tensiones en la política de defensa
A pesar de la decisión de modernizar la flota, Colombia continúa pagando el mantenimiento de los aviones Kfir a Israel. En diciembre de 2022, se firmó un contrato por $12 mil millones de pesos con Israel Aerospace Industries (IAI) para asegurar el mantenimiento de los aviones hasta 2024.
Sin embargo, las recientes tensiones políticas llevaron a la suspensión de nuevos contratos, aunque el gobierno ha destinado $761 mil dólares adicionales para cumplir con las obligaciones de mantenimiento vigentes.
Este escenario ha dejado a Colombia en una situación compleja: por un lado, busca alejarse de la dependencia militar israelí; por otro, debe seguir cumpliendo con los compromisos existentes mientras define la compra de nuevas aeronaves.
