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lunes, noviembre 11, 2024
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    Han Kang: Premio Nobel de Literatura 2024

    HAN KANG: PREMIO NOBEL DE LITERATURA 2024

    Por: Oscar Jairo González Hernández. Profesor e investigador

    Cada año, se espera conocer el nombre del Premio Nobel de Literatura, por la comunidad visible o invisible, de escritores y lectores, como también, no lo dudamos, de los editores y las empresas editoriales. Porque ya no solamente interesa, el nombre del Nobel, sino de la empresa editorial que lo ha publicado, o las que lo publicarán a futuro, tras habérsele concedido el Nobel, dado que ese escritor (ra) adquiere, alcanza un nuevo status, que le proporciona el mencionado premio, como ocurrió con la poeta Louise Glück, quién publicó después con otra editorial, o del mismo Fosse, con el que ocurrió más o menos lo mismo.

    Es siempre necesario considerar, que esa nueva relevancia de la obra de un autor, cambia, de manera inmediata, las relaciones contractuales de muchos de ellos, pues los impulsan y proyectan de una manera rotunda y contundente a otros ordenes de mercado, e inherentemente de la distribución (cadenas de distribución) y consumo de su obra. No siempre es así, o ha sido así, pues hay escritores, a quienes les conceden el Nobel, y que por el contrario, se quedan sin alcanzar una relevancia importante, dado que no suscitan interés en los lectores (ni en los editores). Esperemos que no ocurra esto con la escritora Han Kang.

    Ya veremos pues, como ocurre cada año, las librerías llenas hasta el tope de nuevos lectores de la escritora surcoreana Han Kang. Y que sin duda, es estimulante para toda esa masa de escritores y lectores que hoy tenemos en todo el mundo, como una realidad irreversible e incontrovertible; de esa nueva mixtura de lector -escritor, escritor-lector, y con los que, tenemos que decirlo, se invaden los mercados del libro. No se alcanza a leer toda esta desbordada cantidad de publicaciones. No lo vemos como un problema, sino que es necesario hacerlo evidente. Cada quién se mide a esta clase de literatura, porque cada quién decide lo que tiene y debe leer en su vida.

    Como hemos dicho, ocurre lo mismo con esta Nobel de Literatura, que hace recordar, inmediatamente, a otras mujeres Nobel, que, de la misma manera, se dijo, no eran tan conocidas, en los medios literarios, y que eran conocidas, por unos lectores, pero no por un amplio público tanto de escritores como de lectores. Así nos lo han mostrado los casos de: Elfriede Jelinek (2004), Herta Müller (2009), Olga Tokarzuck (2018) o Annie Ernaux (2022), por mencionar sino a estas mujeres escritoras que se llevaron el Nobel, y que hoy son más leídas, que antes de haber obtenido el Nobel.

    Es relevante, porque así se hace observar, que las mujeres escritoras, han alcanzado unas posiciones de  trascendencia en estos momentos de comienzos del S. XX (o no tanto, dirán otros), porque, es más que obvio, están propiciando y proponiendo, otras estéticas, otros relatos y otros temas, que correspondan o coincidan más con sus luchas como féminas, contra dominios que las cohíben o condicionan su escritura, haciéndola más reveladora de sus universos interiores, exteriores, o de sus relaciones con esos dos mundos, haciéndolos ostensibles: nada de tolerar lo intolerable. Y hacer una causa contra ello.

    Como es el caso de la nueva Premio Nobel de Literatura, Han Kang. Escritora de mundos interiores, que se forman en ella misma, en su insolubilidad e irresolubilidad misteriosa, o que resuelve en la escritura, la poética de la vida interior ante la vida exterior (la injusticia, el miedo, la opresión). O sea,  de la vida que se realiza (o que no puede realizar, que es irrealizable) en ella misma, de lo que se quiebra, de lo que está fisurado, pero sobre la que lleva a cabo las tentativas necesarias para dominarla en su medida y con su medida, resolverla. En la búsqueda una mayor libertad y de mayor emancipación de la sensibilidad femenina, para así proyectarla a su realidad y hacia el mundo.

    Por eso mismo, sus novelas como: La vegetariana, La clase de griego, Blanco y Actos humanos, nos dicen de esas vidas, de las que tratan sus historias. Basándose, para ello, no es un misterio ni tiene por qué serlo,  en las  nuevas tendencias de la literatura que se marcan en el mundo (lectores y editores), tales como aquellas que mezclan la ficción y los hechos reales (Faction Fiction), o la también denominada: Ficción curativa (Healing Fiction). Escritora, pues, que no desconoce, todas estas tendencias, que las involucra a lo que escribe, al cómo escribir y desde dónde escribir, con innovadora brillantez, como lo hacen sus contemporáneas: Cho Nam-joo, Won-Pyung Sehn.

    Impulso que, de la misma manera (y no es posible desconocerlo), viene dado desde  las políticas culturales que ha implementado con alcance y eficacia, como lo prueba este Nobel de Literatura, el Estado surcoreano con sus claras, positivas y coherentes medidas que han favorecido la Industria Cultural, y como lo vemos en el desarrollo y proyección en Occidente de todas las artes (K-pop) y las manifestaciones culturales. Esa proyección, no es una casualidad, sino que es resultado de una verdadera política cultural, como puede verse y constatarse en los medios de comunicación, que permiten ver y evidenciar el desarrollo de este fortalecimiento que dimensiona y fomenta la tarea de escritores (ras), artistas y demás grupos y asociaciones culturales, a partir de la década de los 80 del S. XX.

    Estamos ahora, el mundo lector, ante un nuevo reto: la de continuar, unas, las lecturas ya iniciadas de su obra, y los lectores que nunca la habían leído o que no la conocían, comenzara a leerla. Propicia el Nobel de Literatura, concedido a Han Kang, un inusitado interés por su obra, y el conocimiento de una escritora, que no dejará de causar sorpresa al mundo de la literatura.

    Cabe mencionar aquí la excelente crónica que sobre Corea del sur, realizó el escritor colombiano Andrés Felipe Solano, quien en su libro: “Corea: apuntes desde la cuerda floja” (2014), nos mostró lo que estaba ocurriendo en esa Corea del Sur, desde una mirada humana, sensible y crítica, que a su vez, causó interés en muchos lectores por conocer la cultura surcoreana.

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