El presidente Gustavo Petro llevó a cabo un Consejo de Ministros el pasado miércoles 10 de diciembre con un balance centrado en el comportamiento del narcotráfico y en la operación institucional frente a las rutas marítimas utilizadas para la exportación de cocaína.
Durante la sesión, el mandatario llamó la atención a su equipo por lo que calificó como deficiencias en los controles en los puertos del país, al señalar que la mayor parte de los envíos ilegales se realiza a través de la flota mercante y no mediante lanchas rápidas, lo que implica que las estructuras criminales utilizan rutas comerciales para mover cargamentos hacia aguas internacionales.
Según sus declaraciones, las embarcaciones pequeñas solo sirven como enlace para transferir la droga a barcos de mayor capacidad, lo que demanda vigilancia institucional reforzada y cooperación con agencias internacionales.
Petro sostuvo que este panorama contrasta con la lectura del gobierno estadounidense, en especial con la advertencia pública hecha por el presidente Donald Trump sobre una posible intervención militar en el país.
El jefe de Estado afirmó que su homólogo opera con información equivocada acerca de la política antidrogas de su administración y sostuvo que sectores colombianos han influido en esa percepción. Agregó que su equipo le recomendó no entrar en confrontaciones directas con EE. UU., pero señaló que consideraba necesario explicar al país las consecuencias de ese intercambio, así como precisar las diferencias de criterio entre los dos gobiernos.
El presidente insistió en que la estrategia de bombardeos en el Caribe no afecta las estructuras centrales del narcotráfico, que según expuso, funcionan a partir de redes financieras transnacionales.
Aseguró que los lancheros que transportan la droga hacia embarcaciones más grandes son trabajadores de economías ilegales sin capacidad de decisión y que el impacto real debe concentrarse en los capitales que circulan en el sistema financiero internacional. Indicó que la administración ha entregado información a agencias policiales de varios países a través de Ameripol para avanzar en operaciones conjuntas dirigidas a identificar e incautar bienes asociados a estas redes.
Añadió que las amenazas contra su familia tienen origen en estas organizaciones, cuyos responsables, según dijo, operan desde países con presencia en mercados financieros globales.
En su intervención, Petro reiteró que la mayor parte de los cargamentos de cocaína se mueve por el Pacífico y a través de la flota mercante, lo que obliga a priorizar la vigilancia sobre puertos estratégicos y la coordinación de inteligencia entre Colombia y Estados Unidos.
Señaló que la cooperación requiere información sólida y mecanismos binacionales que permitan rastrear movimientos marítimos y financieros. Explicó que su administración trabaja en el fortalecimiento de capacidades navales para cubrir rutas críticas hacia Estados Unidos, Europa, Australia y el Cono Sur, así como en la coordinación con autoridades regionales para reducir la influencia de las mafias en zonas costeras.
El Presidente cerró su intervención señalando que su administración mantendrá la postura de priorizar el desmantelamiento financiero del narcotráfico y que cualquier cooperación internacional debe partir de criterios verificables sobre las dinámicas marítimas, portuarias y territoriales que sostienen el negocio ilícito.
