Por primera vez un Presidente solicitó a su Ministro de Hacienda, que demande el Presupuesto General de la Nación. El pedido fue hecho en el Consejo de Ministros, cuando Gustavo Petro ordenó al ministro de Hacienda, Germán Ávila, demandar por inconstitucionalidad la Ley que aprobó el Prepuesto de la Nación para el 2025.
La ley fue aprobada por el Congreso y por esto ha levantado una tormenta política, ya que la idea de Petro, va en contra de la separación de poderes y la autonomía del Legislativo.
«Tenemos un presupuesto que, a través del decreto de liquidación que me he dedicado a leer en detalle, termina siendo una transferencia de recursos públicos hacia los más ricos del país. Eso va en contra de la Constitución y de la institucionalidad del Estado social de derecho. Por eso quiero, Ministro de Hacienda, que usted demande por inconstitucional el presupuesto de Colombia», afirmó Petro.
Aunque el proyecto es presentado por el Ejecutivo, el Congreso tiene la facultad de aprobarlo, modificarlo y, en casos concretos, reasignar partidas dentro de los límites constitucionales.
Solicitar la demanda del PGN implica, en la práctica, que el propio Ejecutivo cuestiona un acto legislativo derivado de su iniciativa original, y es otra muestra de la ruptura entre los dos poderes.
El Ministerio de Hacienda, es el faro que representa la estabilidad fiscal del país, que el jefe de la cartera deba presentar una demanda ante la Corte Constitucional, sin un soporte jurídico y solo basado en un deseo del presidente, puede afectar seriamente los mercados, la inversión y la estabilidad económica en Colombia. Sin embargo, no cumplir la orden presidencial, puede tensar la relación interna dentro del gabinete.
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