La profunda conmoción que vive el país con el criminal atentado contra la vida del senador y precandidato Miguel Uribe Turbay, ha producido un gran fenómeno: Ha unido al país.
Al otro lado, la actitud del presidente Petro, gran instigador de odio con sus consignas como “patria o muerte”, ha potencializado un sentimiento de repudio, rechazo y desprecio por su gobierno y su persona.
Nueve partidos políticos, como el Centro Democrático, Liberal, Conservador, de la U, Verde Nuevo Liberalismo y Cambio Radical, se presentaron como un bloque monolítico para mostrar desde ya su distancia total frente al gobierno Petro. Era la unión que reclamaban todos y solo Miguel Uribe consiguió.
Van a paralizar todas sus sesiones del Congreso y no van a tramitar, en adelante, ninguna iniciativa o proyecto del gobierno. Es un rompimiento total de poderes públicos.
También en un hecho sin precedentes, el Concejo Municipal de la ciudad de un Cali, aprobó, por amplia mayoría, una proposición en la que le piden a Petro, que no se presente hoy miércoles 11 de junio en Cali, como estaba previsto, para caminar en una jornada a favor de la Consulta Popular.
El Palacio de Nariño, a su vez, informó que el presidente Petro, canceló definitivamente su viaje a Francia, son hechos aparentemente aislados, pero a su vez conectados con un hilo conductor de rechazo al gobierno Petro y una crisis política muy profunda.
Muchos líderes se han atrevido a acusar a Petro de ser el instigador de ese atentado por sus últimas expresiones llenas de odio.
La intervención televisada de Petro, ante un atentado de tal magnitud, fue vaga, babosa y excesiva en carreta política barata que nada tenía que hacer allí, esa intervención desafortunada e indiferente dejó todavía más mal parado a Petro.
Y consistente con su estilo peliculero y mentiroso, se victimizó él y victimizó a Benedetti, con el cuento chimbo de que sus hijos también están amenazados. Eso nadie lo creyó, pero Petro, acosado por el desgobierno, la falta de recursos y un tiempo que se le acabó, contraataca y apura la firma de un decreto inconstitucional y burdo, convocando su consulta popular.
Con el decreto, Petro busca naturalmente enfrentar al Congreso con el pueblo y buscar un “Estado de conmoción interior”, para sabotear las elecciones del 2026 y buscar una Constituyente que le permita reelegirse.
En su locura, Petro no se ha notificado que ese pueblo le mostró el 28 y 29 se mayo, que ya no lo acompaña. Un decreto que recibirá cientos de demandas una vez sea promulgado y que el Consejo de Estado va a tumbar en horas, por tratarse de un acto tan abusivo y aberrante, que no tiene antecedentes en el país.
El registrador Nacional, Hernán Penagos, fue muy claro en anunciar que si esa consulta, no llevaba la aprobación del Senado, la Registraduría, no montaría esa convocatoria. Ni de riesgos.
El Procurador tampoco acompaña esa aberración jurídica con la que Petro, estruja y atropella al Legislativo y al Judicial, a sabiendas de que allí también va a fracasar.
Petro aprieta, pero, el gigantesco y mayoritario bloque hoy unido de congresistas que están hoy en radical oposición, también lo harán y muy duro.
Miguel logró desde su lecho de enfermo, lo que antes era impensable, la unión de todos los partidos que no están con el gobierno y los que lo van a derrotar y del pueblo colombiano con su dolor.
Ave Miguel, eres hoy el líder más fuerte de Colombia. Todos contigo.
