Se acaba de entregar en Oslo, Noruega, el Premio Nobel de la Paz 2025 a una valiente y extraordinaria mujer venezolana que lleva más de dos décadas en la lucha por su pueblo, la libertad y la democracia de su país. Este acto lleno de sentimiento, solidaridad y grandiosidad tuvo la ausencia de la galardonada, pero se destacó por la presencia, podríamos decir que, de ella misma, encarnada en su hija Ana Corina Machado Sosa, quien pronunció su discurso profundo y conmovedor en un perfecto inglés donde se veía claramente la intervención de su madre.
El contenido de las palabras expresadas por María Corina a través de su hija muestra el valor de esta mujer, la templanza con la que ha sabido afrontar en nombre de los venezolanos el más amargo sufrimiento de años de dictadura, barbarie y desolación, cuando el país más rico del continente pasó de ser devastado por un régimen corrupto que ha deshonrado el nombre y la obra del Libertador Simón Bolívar, atribuyéndose herederos de ese legado.
Un aparte de las palabras emitidas estuvo cargado de historias de su vida, entre ellas la siguiente que conmovió: “Mis queridos venezolanos, el mundo se ha maravillado de lo que hemos logrado. Y pronto será testigo de una de las escenas más conmovedoras de nuestro tiempo: nuestros seres queridos regresando a casa, y volveré a estar en el puente Simón Bolívar, donde una vez lloré entre los miles que se marchaban, y les daré la bienvenida de nuevo a la vida luminosa que espera».
María Corina, quien había anunciado que horas más adelante se iba a encontrar en Oslo, habiendo salido furtivamente de Venezuela de manera arriesgada en un bote hacia Curazao. Esta valiente mujer se ha convertido en un referente de la resistencia pacífica, tal como lo fueron Gandhi y Mandela en su tiempo y países. Esta extraordinaria mujer sienta un importante precedente en el mundo actual por su tenacidad, conciencia y amor a su pueblo, quien, habiendo sido perseguida por el régimen chavista, fue impulsora del indiscutible triunfo de Edmundo Gonzales Urrutia en las elecciones presidenciales de 2024, las mismas que se robó el régimen madurista para continuar sometiendo a ese gran país en el más atroz gobierno de corrupción, narcotráfico y crimen.
En el mencionado acto del Nobel de Paz 2021, estuvo presente su alteza real Harald V Rey de Noruega y su esposa Sonja, a más de grandes personalidades del mundo, entre ellos los presidentes de Argentina, Paraguay, Ecuador y Panamá. También contó con la presencia del expresidente y exvicepresidenta de Colombia Iván Duque y Marta Lucia Ramírez, así como la congresista republicana Maria Elvira Salazar.
Las palabras introductorias estuvieron a cargo del presidente del comité noruego del Nobel Jorgen Watne Frydness, fue inaugurado con el himno popular venezolano: “Alma Llanera”, interpretado por Danny Ocean y finalizado con la pieza musical del autor también venezolano Simón Diaz: “Mi querencia”, canción favorita de María Corina, interpretado en el piano por la artista también venezolana Gabriela Montero.
Resaltaban las expresiones en su cara de amor por la patria del presidente legítimo de Venezuela Edmundo Gonzales Urrutia y su esposa, muchos venezolanos que asistieron, entre ellos la mamá de María Corina quien muy emocionada recibía el afecto de la gente y los aplausos de reconocimiento a su hija, así como el orgullo de escuchar a su nieta representando a su madre, quien lleva más de dos años en la clandestinidad por amenaza de muerte o encierro del régimen. También estaban presentes los otros hijos, la hermana y el esposo de María Corina, entre otros.
En conclusión, el reconocimiento a esta mujer es un acto significativo para el mundo, es una lección a los violentos que segados por la ambición y poder, sin importarles las consecuencias que le causan a su país, a su gente y al mundo entero. Por eso María Corina Machado es heroína de paz del siglo XXI.
