El pasado jueves 19 de junio, durante la 59 sesión del Consejo de Derechos Humanos, el Grupo de Trabajo sobre Empresas y Derechos Humanos de las Naciones Unidas instó a Estados y empresas a garantizar que la adquisición y uso de sistemas de inteligencia artificial se realice conforme a los Principios Rectores de la ONU sobre Empresas y Derechos Humanos.
Lyra Jakulevičienė, presidenta del Grupo de Trabajo, advirtió que si bien la IA está transformando las sociedades, su implementación sin salvaguardas adecuadas podría poner en riesgo los derechos humanos. El informe presentado subraya que, aunque algunos países han comenzado a adoptar legislación vinculante en la materia, el panorama regulatorio continúa siendo fragmentado, sin estándares universales ni una integración suficiente de las perspectivas del Sur Global.
El Grupo señaló que la ausencia de una debida diligencia en derechos humanos puede generar impactos negativos como discriminación, violaciones a la privacidad y exclusión, especialmente en grupos vulnerables como mujeres, niños y minorías. Ante esto, los expertos enfatizaron la necesidad de evaluaciones rigurosas de impacto en derechos humanos, así como mecanismos de transparencia, rendición de cuentas, supervisión y acceso a reparación.
Asimismo, instaron a los Estados a establecer límites claros sobre el uso de tecnologías incompatibles con los derechos humanos, como el reconocimiento facial en tiempo real, la vigilancia masiva o la policía predictiva.
Finalmente, el Grupo de Trabajo hizo un llamado a la cooperación internacional urgente para garantizar que la inteligencia artificial se utilice de manera compatible con los derechos humanos y que existan vías efectivas de reparación en caso de abusos relacionados con su uso.
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