En una carta enviada al presidente Gustavo Petro, nueve excancilleres de Colombia expresaron su rechazo al que consideran un «sistemático debilitamiento del servicio exterior y la Cancillería», y denunciaron que el gobierno estaría suprimiendo los requisitos legales en el nombramiento de embajadores.
El documento, fechado el 18 de junio, fue firmado por Marta Lucía Ramírez, María Ángela Holguín, Jaime Bermúdez, Guillermo Fernández de Soto, Camilo Reyes Rodríguez, María Consuelo Araújo, Claudia Blum, Fernando Araújo y Carolina Barco, quienes alertaron sobre decisiones que, a su juicio, afectan la credibilidad internacional del país y vulneran el marco jurídico vigente.
“Los suscritos, exministros de Relaciones Exteriores de la República, expresamos nuestra preocupación y rechazo frente al sistemático debilitamiento del servicio exterior y la Cancillería, materializado en instrucciones como la impartida por usted para suprimir los requisitos legales en el nombramiento de embajadores”, señala la carta dirigida al jefe de Estado.
Los exministros recordaron que el Servicio Exterior Diplomático y Consular está regulado por el Decreto Ley 274 de 2000, y que al tener fuerza de ley, su modificación debe pasar por el Congreso. «Su modificación no corresponde a una decisión administrativa, sino que requiere una ley tramitada ante el Congreso de la República», advirtieron.
También criticaron que el Gobierno haya realizado múltiples nombramientos diplomáticos que no cumplen con los requisitos mínimos de formación académica, experiencia, probidad o idoneidad, lo que ha generado —según ellos— críticas tanto internas como de actores internacionales. “Sus tres cancilleres, desde el año 2022, han efectuado nombramientos que incumplen los requisitos (…) Estas decisiones han afectado la política exterior colombiana”, agregaron.
En otro punto de la misiva, los excancilleres señalaron un incumplimiento del voto programático por parte del presidente Petro. “En su Plan Nacional de Desarrollo (…) se comprometió a fortalecer el Servicio Exterior y la carrera diplomática. Sin embargo, sus acciones han evidenciado una actitud contraria a ese compromiso”, manifestaron. También reprocharon que el mandatario haya estigmatizado a funcionarios de carrera y a sindicatos, a quienes habría calificado despectivamente como “blancos”.
El pronunciamiento fue aún más severo en cuanto a la imagen internacional de Colombia. Denunciaron que se están pidiendo beneplácitos para embajadores “que no reúnen los requisitos de idoneidad, trayectoria ni responsabilidad institucional”, lo que pone en riesgo el respeto de la Convención de Viena y podría derivar en rechazos por parte de otros países. “Esto compromete la seriedad de Colombia ante sus aliados estratégicos y afecta la credibilidad de nuestras relaciones bilaterales”, advirtieron.
Los excancilleres cerraron su comunicación con un llamado a recuperar una política exterior “técnica, profesional y cercana a las necesidades del pueblo colombiano”. Para ellos, el actual enfoque de la Cancillería “socava la memoria institucional” y “deslegitima el Servicio Exterior, afectando la confianza de la ciudadanía y de la comunidad internacional”.
“Colombia debe recuperar el consenso que tradicionalmente ha caracterizado su política exterior y garantizar que esta sea una verdadera política de Estado: suprapartidista, de largo plazo y basada en la legalidad, el mérito y el interés nacional”, concluye el texto.