Por: Prensa Liberal
Este viernes 11 de junio, el defensor de Derechos Humanos Lorent Saleh ratificó ante una amplia audiencia virtual, su secuestro por parte del expresidente Juan Manuel Santos, quien lo entregó al régimen de Nicolás Maduro en 2014. Estas fuertes declaraciones tuvieron lugar en el foro “Historia contemporánea de Colombia: una revisión a la política de seguridad democrática”, organizado por el Parlamento Europeo y la Universidad rey Juan Carlos de España.
Saleh cursaba estudios en Colombia, donde adelantaba un activismo transparente evidenciando las violaciones a los Derechos Humanos en Venezuela, así como el riesgo que corría Colombia teniendo a ese país como garante del acuerdo de La Habana. A medida que su voz iba creciendo y escuchándose en el país, se fue convirtiendo en una molestia para el gobierno Santos, que en tiempo récord lo interceptó cuando iba a recibir clase, lo llevó a la frontera y lo entregó a la Guardia Nacional Bolivariana en un secuestro que conllevó años de tortura.
Su permanencia en “la tumba”, metros bajo tierra en una celda pequeña, sería responsabilidad del Nobel de Paz colombiano, que lleva en su conciencia las palizas que recibió Lorent, los chorros de agua que le causaron hongos en la piel, la tortura de ser sometido a luz blanca día y noche, la desnutrición, amenazas contra la vida de su madre y la tortura psicológica que le propinaban día y noche.
Es por eso que hoy, desde el exilio en España y disfrutando una libertad que jamás imaginó volver a tener, el activista venezolano hace esta denuncia que hace parte de la historia colombiana que el mundo merece saber. Su entrega al régimen de Nicolás Maduro por parte de Juan Manuel Santos, en lo que defensores de Derechos Humanos internacionales han calificado como un secuestro, en el marco de una supuesta negociación de paz.
