Desde el pasado 5 de enero reposa en el escritorio de Gustavo Petro el proyecto de la reforma a la salud, impulsado por la ministra Carolina Corcho y que ha generado temores e inquietudes en los gremios y en la población en general.
El gobierno ha manejado el asunto como un secreto de Estado, soltando poco a poco algunos apartes de este proyecto que importa a todos los colombianos.
Dentro de los temas que se han ido conociendo del proyecto y que en pocas semanas comenzará a discutirse en el Congreso hasta ahora se conoce:
- Combatir la desigualdad en los accesos a servicios de salud: 630 municipios no cuentan con instituciones prestadoras de servicios. Para la ministra, una elevada cobertura como el actual sistema, no significa tener un elevado acceso.
- Atención Primaria en Salud, creación de Centros de Atención Primaria para ser las puertas de entrada al sistema de salud de la población.
- Llevar la salud al hogar con equipos médicos que estarán en la atención de las familias en su domicilio.
- Fortalecimiento de las redes de hospitales públicos.
- Las EPS no desaparecen, pero dejaran de administrar los recursos de la salud pública y solo se limitará a establecer redes de prestación de servicios. El Estado pagará el costo de los servicios prestados, directamente a las instituciones como clínicas, hospitales y centros de salud.
- Se eliminarían las autorizaciones para la prestación de los servicios que actualmente expiden las EPS para que los ciudadanos sean atendidos.
- Laborización y dignificación de los trabajadores de la salud.
- Políticas de ciencia y tecnología que fortalezcan la investigación en salud.
El proyecto pretende cambiar radicalmente la Ley 100. Sí bien, el actual sistema tiene deficiencias, hasta ahora ha sido muy bien calificado por expertos, por lo cual, en lugar de acabarlo deberían modificarse sus falencias.
Con lo poco que se conoce de la reforma, se puede vislumbrar un sistema público universal de salud suministrado por el Estado. En Colombia ya habíamos tenido algo similar con el Instituto de Seguros Sociales, ISS, el cual, debido a sus fallas y problemas de corrupción continua, derivo en el actual sistema.
Con el ISS solo tenían una salud de calidad las personas con muchos recursos económicos y que podían darse el lujo de pagar clínicas y médicos privados.
Incluso dentro del mismo Gobierno hay fuertes críticas. El actual ministro de Educación y quien durante seis años fue ministro de Salud, manifestó su desacuerdo en algunos puntos de la anunciada reforma: «Seré fiel a lo que pienso, de alguna manera la peor traición en la vida es la traición a uno mismo. Voy a dar mis opiniones, obviamente con respeto, pero es un tema en el que lo que creo que tenemos que hacer es tener un consenso parcial, como todas las cosas en la vida, al interior del gabinete».
Es una necesidad el conocer la totalidad del texto del proyecto y que este no se maneje por debajo de la mesa en el alto Gobierno, pues esto nos afecta a todos.