Verónica Alcocer, la primera dama de la nación, asistió al funeral de Estado del ex primer ministro japonés Shinzo Abe, pero según su imagen, de protocolo no tiene ni idea.
IFMNOTICIAS.COM consultó sobre la forma como se debe asistir a un funeral en ese país y encontró lo siguiente:
Para la cultura japonesa existe un traje específico para estas ocasiones llamado mofuku, que cuesta un poco más de 35,000 yenes (cerca de un millón de pesos) y por favorable que sea en 28,000, pero obviamente con medidas exactas para que quien lo use no se vea «estrafalario».
Para asistir a un funeral en Japón el traje tiene que ser negro, la tela no debe brillar, porque de lo contrario se considera una falta de respeto.
Tampoco se puede llevar cualquier prenda de color llamativo: anillos, cadenas, corbatas, suéteres, etc.
Para el caso de las mujeres un traje negro, sobrio, no minifalda o faldas cortas, nada llamativo, pero al parecer la primera dama de Colombia del tema poco y peor aún los asesores de imagen pasan de largo, es decir que no están haciendo bien su trabajo.
Para el funeral del ex primer ministro japonés Shinzo Abe, asistieron representantes de al menos 217 países, territorios y organismos internacionales, y entre ellos la esposa del mandatario de Colombia Gustavo Petro, quien se vio muy mal vestida y además decidió posar como para una foto de portada de revista.
Definitivamente la elegancia y la sobriedad se perdieron en este gobierno. Es increíble que la esposa del presidente de Colombia Gustavo Petro, al parecer viaja con cerca de 300 asesores de imagen y peluqueros, pero el trabajo no se ve.
¿Será que están en el lugar equivocado?, porque se visten mejor las viudas de Joselito carnaval en Barranquilla que la primera dama en un funeral de un ex primer ministro japonés.
El vestido que luce verónica Alcocer, primera dama de Colombia, parece que fuera para una fiesta en una discoteca de «medio pelo».
Tanto el presidente Gustavo Petro como su esposa, han derrumbado la buena imagen de otros mandatarios que se han destacado por el buen gusto y la elegancia.
Aunque la mona de vista de seda…
