Por: Carlos Andrés Echavarría Blandón.
Ante la avalancha de propuestas realizadas por los nuevos ministros nombrados por el próximo presidente de Colombia Gustavo Petro, despierta gran interés la realizada por la ministro de Salud Carolina Corcho, en donde dice abiertamente y sin tapujos, que se cambiará el sistema de salud que disfrutan hoy los colombianos, para implementar un sistema 100% estatal en donde desaparecían las Empresas Prestadoras de Salud, conocidas como las EPS, por considerarlas unos intermediarios que no aportan valor a la cadena y que únicamente se benefician de la intermediación financiara que realizan en detrimento de los usuarios.
En el programa vespertino Ventana Abierta de IFM Noticias, el cual se transmite los días jueves a las 6 pm, Claudia Hoyos y Marta Cecilia Mejía, entrevistaron a dos grandes juristas, los abogados Juan Giraldo y Bernardo Henao, quienes abordaron una serie de temas planteados por el nuevo equipo de gobierno del presidente de izquierda. Una de ellas es precisamente la situación planteada por Corcho sobre el cambio del sistema de salud.
Hasta el año 1993, los colombianos tenían un sistema de salud de modelo central donde el Estado era el responsable de brindar el servicio de salud, el cual atendía exclusivamente a los empleados que eran cotizantes al sistema, pero tenía una excepción, que era la protección del embarazo de la esposa o compañera del cotizante y luego de nacimiento, el sistema también atendía al infante durante el primer año de vida.
Para aumentar las desgracias del otrora Instituto del Seguro Social, éste se convirtió en un fortín político de los caciques de turno; la burocracia hacía que entidades tuvieran exceso de trabajadores, pero con carencia total de profesionales de la salud. Se tenía un desbalance grosero entre la planta de funcionarios administrativos y la planta médica que se requerían para operar las entidades de salud. Conseguir una cita para médico general era una odisea de días en las puertas de las instituciones, debido a que no había recursos tecnológicos y los familiares del paciente se debía acercar al sitio para clamar por atención. Como al día había un límite de citas, las personas amanecían en carpas a las afueras de los centros de salud para que pudieran alcanzar el ficho que les diera la cita (para el cotizante) durante el transcurso de ese día.
Las filas no terminaban allí, luego de la cita, también había que hacer filas eternas para reclamar la medicación enviada por el médico y en las farmacias del ISS nunca había existencia. Citas con médicos especialistas, no existían, solo con la “ayuda” de algún funcionario del centro de salud era posible obtenerla, lo que generó un cartel de corrupción dentro del Seguro Social, todo un caos que costaba millones y millones de pesos sacado de los impuestos de los colombianos.
Ante la pregunta que realizó Claudia Hoyos sobre la intención de retornar al sistema estatal, el abogado Juan Giraldo respondió: “LA MINISTRA DE SALUD DEBE DARSE UNA VUELTECITA POR EL MUNDO para ver ¿cómo está el sistema de la salud?”
Con esa frase lapidaria, Giraldo le indica a la ministra que lo primero que tiene que hacer es enterarse como funcionan los diferentes sistemas de salud implementados en los diferentes países y con base en esa información recolectada, comenzar aplicar mejoras.
Continúo el abogado: “En temas muy concretos: Cobertura, en Colombia alcanzamos un nivel de cobertura altísimo”
El Instituto del Seguro Social tenía operación a nivel nacional, pero con modalidad Estatal la cobertura era solo de 22% de los colombianos en un país que para la época tenía un poco más de 30 millones de personas, lo que significa que 24 millones de colombianos estaban por fuera del sistema y la salud era sostenida con recursos propios de las personas. Por eso motivo, la salud era un beneficio exclusivo para quienes podían pagarlo. Al llegar la Ley 100 en 1993, fiel copia del modelo chileno con mejoras, en Colombia se comenzó a garantizar el Derecho a la Salud y la cobertura pasó de ser exclusiva de los empleados cotizantes a ser un servicio que también cubría a sus familias.
Continuó el abogado Giraldo: “Solidaridad: En Colombia tiene una ecuación interesantísima porque el sistema de salud de la Ley 100 abastece una porción importante de recursos desde el sistema contributivo para que las personas de menores ingresos accedan a los beneficios”
El sistema de salud de la Ley 100 planteo la necesidad de la cobertura en salud para las personas que no están laborando o están en condiciones de vulnerabilidad y creó un sistema 100% subsidiado por el Estado con los mismos derechos que los pertenecientes al sistema contributivo, el cual fue llamado Sisben. Con ese sistema dual, la cobertura en menos de tres décadas pasó de un paupérrimo 22% a un 100% de la población. Hoy los más de 50 millones de colombianos disfrutan de uno de los mejores sistemas de salud del mundo, calificado así por la OMS y por otros entes internacionales especializados en el tema.
Pero el abogado Giraldo no paró allí: “Formalización y Regularización: Donde empezamos con 47 EPS, hoy quedan 12”
Ese es el punto que ataca la ministro Corso, quien quiere acabar con las Empresas Prestadoras de Salud por considerar que son intermediarios, pero la regulación, la fiscalización, el control y las veedurías, se han encargado de ir decantando el sistema, retirando del mercado a las entidades que demostraron ser incapaces de brindar un buen servicio a sus usuarios lo que se demuestra en la mejora de la salud y de calidad de vida de los colombianos como lo expuso el mismo abogado: “morbimortalidad, estamos hablando de un país en donde las causas de muerte cambiaron (…) hoy nos estamos muriendo de 75 años muy pocos y estamos viendo personas de 90, 95 años con buena calidad de vida (…) lo que demuestra la calidad del sistema”
Los monopolios estatales, siempre han demostrado que son altamente ineficientes, costosos para los usuarios y faltos de calidad en sus servicios, debido a que la falta de competencia no potencia la actividad empresarial, la cual es la responsable del desarrollo de la creatividad, siempre con beneficios para los usuarios con productos mejores y con precios más bajos.
La única razón por la cual la ministra se quiere devolver al sistema único estatal, es una razón de control total, típico de las autócratas, en pocas palabras, quieren el poder absoluto sobre la vida de los ciudadanos siendo ellos quienes decidan a quienes atender; siendo ellos quienes decidan en donde construir un centro de salud; siendo ellos quienes decidan con cuales farmacéuticas adquirir las medicinas; siendo ellos quienes decidan a que personal profesional contratar; siendo ellos quienes decidan como controlar la población mediante la necesidad de las personas.
El presidente comunista, fiel a su ideología, quiere dominar a la población mediante el sometimiento de voluntades y no hay nada mejor que quedarse con el control de la salud.