La noche del jueves y la mañana de este viernes marcaron un giro contundente en el escándalo de corrupción que sacude al país: los expresidentes del Congreso, Iván Name (Senado) y Andrés Calle (Cámara de Representantes), fueron recluidos en la cárcel La Picota de Bogotá por orden de la Sala de Instrucción de la Corte Suprema de Justicia.
El primero en ser ingresado fue Iván Name, quien en horas de la noche fue reseñado y registrado en el centro carcelario. Por su parte, Andrés Calle fue trasladado este viernes en la mañana desde el búnker de la Fiscalía, donde se encontraba detenido, al mismo centro penitenciario.
Según la instrucción de la Corte, ambos deberán permanecer en el pabellón destinado a servidores públicos mientras se adelanta el proceso judicial por su presunta participación en el caso de corrupción de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD). El alto tribunal también ordenó que se garantizara la seguridad de los congresistas durante el proceso de traslado y reclusión.
Uno de los aspectos que ha generado inquietud es la ausencia de imágenes del traslado de Andrés Calle, en contraste con el registro mediático del procedimiento con Iván Name, lo que ha despertado preguntas sobre el manejo informativo del caso.
En medio del proceso, el abogado defensor de Calle, Billy Torres, denunció que ha recibido amenazas, motivo por el cual solicitó que su cliente sea recluido en una guarnición militar por razones de seguridad. Sin embargo, la Corte tiene 90 días para evaluar si procede un cambio de centro de reclusión.
Lo que es claro, por ahora, es que los dos expresidentes de las cámaras legislativas se encuentran privados de la libertad, enfrentando cargos por uno de los escándalos más graves de corrupción que ha golpeado recientemente a las instituciones del país.