El huracán Melissa, que alcanzó la categoría 5 durante el fin de semana, golpeó con fuerza a Jamaica dejando un balance catastrófico de destrucción y caos. Tras su paso por la isla, el primer ministro Andrew Holness declaró al país como “zona de desastre nacional”, mientras las autoridades continúan evaluando los daños y los equipos de emergencia trabajan para restablecer los servicios básicos.
El fenómeno natural tocó tierra en Jamaica con vientos sostenidos superiores a los 290 kilómetros por hora, convirtiéndose en uno de los ciclones más intensos que han afectado al Caribe en las últimas décadas y catalogándose como “extremadamente peligrosos”. El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) confirmó que Melissa alcanzó su punto máximo como huracán categoría 5 antes de ingresar al territorio jamaicano por la costa sur.
Durante su paso por la isla, el huracán provocó la caída masiva de árboles y postes eléctricos, cortes generalizados de energía, daños estructurales en viviendas, inundaciones de gravedad y destrozos en hospitales, escuelas y carreteras. Según reportes de los organismos de seguridad, el país quedó sin servicio eléctrico, mientras que cientos de familias fueron evacuadas hacia refugios habilitados por el gobierno.
Por su parte, el primer ministro de Jamaica envió un mensaje a los ciudadanos asegurando que reconstruirán el país “Nuestro país ha sido devastado por el huracán Melissa, pero nos reconstruiremos y lo haremos incluso mejor que antes”, “Conozco su dolor y siento su pérdida. Nos estamos movilizando rápidamente para comenzar los esfuerzos de ayuda y recuperación, estaremos con ustedes en cada paso del camino” añadió Holness.
Después de atravesar Jamaica, Melissa se desplazó hacia el noroeste debilitándose a categoría 3 con dirección a Cuba y Bahamas, con vientos de aproximadamente 240 kilómetros por hora. No obstante, las autoridades meteorológicas advirtieron que el sistema podría volver a intensificarse debido a las cálidas temperaturas del mar Caribe.
En la madrugada de este miércoles 29 de octubre, el huracán llegó a Cuba, donde ya se reportan fuertes lluvias, ráfagas de viento y cortes preventivos del servicio energético. Las autoridades cubanas advirtieron sobre posibles marejadas de hasta tres metros de altura y acumulados de lluvia superiores a los 300 milímetros, lo que podría causar inundaciones.
Actualmente el huracán se encuentra cruzando sobre el oriente cubano en la provincia de Santiago de Cuba y han sido evacuadas más de 700.000 personas de manera preventiva.
Equipos de rescate internacionales se preparan para apoyar las labores humanitarias en Jamaica, mientras Cuba permanece bajo alerta por el avance del poderoso huracán.








