Víctor Hugo Galeano

Qué ocurre si viajando en un auto se enciende la luz que indica que se está agotando el combustible…buscamos una estación de servicio y le ponemos gasolina para que siga andando.

Comienzo con esta reflexión ya que debido a la complicada situación que está viviendo nuestro país, puedo llegar a pensar que hay muchos interesados en poner gasolina a las situaciones de caos y falta de autoridad que se vive en muchas de nuestras ciudades.

Es un secreto a voces que hay grupos organizados con patrocinios políticos que financian económicamente a los que día a día se encargan de realizar bloqueos, destruir los sistemas de transporte público, acabar con bienes públicos y privados, realizar saqueos, crear noticias falsas y en fin sembrar el caos y la anarquía.

Pero al pasar los días con la misma temática se puede ir agotando la paciencia de los ciudadanos y se crea una especie de letargo en los supuestos movimientos sociales y allí es donde es necesario poner gasolina a estos.

Los que están detrás son criminales que aplican la frase que un día dijo Napoleón después de leer El Príncipe de Maquiavelo “el fin justifica los medios” y que mejor manera de poner gasolina al fuego que asesinar a unos jóvenes que supuestamente no hacían parte de las protestas a sabiendas que esto revive en muchos esa indignación y mantiene vivo las razones de los movimientos con la frase de “nos están matando”.

Es por esto que las investigaciones de estos asesinatos deben llegar al fondo y no quedar simplemente en que fue el Esmad o el Estado quien los mato como salen apresuradamente a decir los medios de comunicación o algunas autoridades al referirse a la muerte de estos jóvenes.

No es una práctica nueva, los sicarios debían probar su efectividad asesinando a alguien desconocido e inocente, era llamado un daño colateral, en nuestro caso sería un sacrifico por la causa.

Anarquía se define como la ausencia de poder público, esta palabra también significa desconcierto, confusión, caos o barullo debido a la falta o debilidad de una autoridad y esto es lo que estamos viviendo en ciudades como Bogotá, en el portal de las Américas de Transmilenio ahora fue rebautizado como portal resistencia, ya no existe orden ni autoridad, allí después de ser vandalizado ha sido tomado por los violentos afectando a miles de trabajadores que ven limitada su movilidad, es tal la falta de presencia de los organismos de control que un cable instalado por la llamada “primera línea” causo la muerte a un ingeniero civil 27 años de la Uniminuto que se desplazaba en motocicleta la noche del viernes 25 de junio, ¿Quién responde por esté asesinato?

Solo es claro que el caos, el desgobierno, la anarquía, la violencia se deben sumar a la quiebra de miles de comerciantes y empresarios en todo el país, así como los miles de compatriotas que han muerto por la pandemia debido a las concentraciones y marchas, los bloqueos que se hacen sistemáticamente en las principales avenidas y corredores de transporte público lo realizan aforos de 20 o 30 individuos según datos oficiales perjudicando a miles, los que gestaron esto todos los conocemos, pero gozan de una total impunidad ya que no responden ni responderán por nada.

No quisiéramos que más vidas se perdieran, pero la pregunta es ¿A quién conviene la muerte de un joven cada cierto tiempo, al estado o a los violentos?

@Lunado27