Camilo Rojas, exviceministro de Justicia, lidera la defensa legal de la familia de la joven que murió tras un concurso de consumo extremo de alcohol en un bar de Cali.
Solicitan investigar protocolos del establecimiento y posibles responsabilidades penales.
El abogado Camilo Andrés Rojas Castro, representante legal de la familia de María José Ardila, joven que falleció tras participar en un reto de consumo acelerado de alcohol en el bar Sagsa de Cali, calificó el concurso como una “práctica homicida” y anunció acciones legales contra el establecimiento. La defensa solicitó formalmente información a la Secretaría de Salud y al bar para determinar si se cumplieron los protocolos de atención médica y si hubo negligencia por parte de los organizadores del evento.
María José Ardila, de 23 años, murió tras sufrir un coma etílico provocado por la ingesta de grandes cantidades de licor en un concurso que ofrecía un premio de 1.5 millones de pesos. El evento, realizado el 25 de octubre en el bar Sagsa, consistía en superar seis pruebas de consumo de alcohol en tiempos reducidos. Ardila logró completar cinco de los retos, pero colapsó antes de iniciar el sexto. Según su padre, Andrés Ardila, la joven expresó que el último trago tenía un sabor extraño antes de desvanecerse.
El abogado Camilo Rojas, quien asumió la defensa de la familia, explicó que ya se radicaron derechos de petición al establecimiento y a la Secretaría de Salud de Cali. “Queremos saber si contaban con un estudio previo sobre los efectos que puede generar para una persona consumir diferentes tipos de tragos de forma desmedida. Hoy el resultado claramente no es positivo para la salud humana”, afirmó.
Rojas también exigió que el bar entregue documentación sobre protocolos de emergencia, licencias de funcionamiento y procedimientos de atención ante emergencias médicas. “No vuelvan a hacer este tipo de retos. Son retos homicidas, llegan a la muerte y hay que sembrar un precedente para no volver a hacerlo”, sentenció.
La familia de María José denuncia que hubo negligencia en la atención médica inmediata. Según el relato de su padre, la joven dejó de respirar durante 17 minutos antes de ser trasladada a una clínica, donde fue reanimada y entubada. Sin embargo, el daño cerebral fue irreversible, lo que llevó a su fallecimiento días después.
Expertos en derecho penal, como José Moreno Caballero, han señalado que este tipo de muertes pueden constituir homicidio culposo, al tratarse de una imprudencia grave por parte de quienes organizan actividades que implican riesgos previsibles y evitables. El artículo 109 del Código Penal colombiano establece penas de hasta 108 meses de prisión por causar la muerte por culpa.
La Fiscalía General de la Nación ya abrió una investigación preliminar para determinar si el bar incurrió en violaciones a la normativa sobre consumo de alcohol y atención médica. La tragedia ha reabierto el debate sobre la seguridad en establecimientos nocturnos y la responsabilidad de los organizadores de eventos que promueven prácticas de alto riesgo.




