Diciembre es uno de los meses en los que aumenta el consumo de contenidos audiovisuales en los hogares, impulsado por las vacaciones, los encuentros familiares y las celebraciones propias de la Navidad. Durante este periodo, las plataformas de streaming registran un incremento en la demanda de producciones relacionadas con la temporada, convirtiéndose en una opción habitual para quienes buscan actividades de entretenimiento en casa.
Entre las preferencias del público se destacan las películas clásicas navideñas, las comedias familiares y las animaciones, que continúan siendo parte de las tradiciones de fin de año. Las maratones cinematográficas se consolidan como una alternativa que permite reunir a niños, jóvenes y adultos en torno a historias temáticas, con una amplia variedad de opciones disponibles en servicios como Netflix, Disney+ y Prime Video.
En el catálogo tradicional sobresale Mi Pobre Angelito, considerada una de las producciones más vistas durante esta época. La película, protagonizada por Macaulay Culkin, mantiene su vigencia entre las audiencias y continúa formando parte de las listas de reproducción navideñas en distintos países. Otro título recurrente es Love Actually, comedia romántica británica que reúne varias historias entrelazadas ambientadas en el periodo previo a la Navidad.
Las animaciones también ocupan un lugar destacado dentro de las preferencias. Producciones como Klaus, reconocida por su propuesta visual y narrativa sobre el origen de ciertas tradiciones navideñas, y El Expreso Polar, basada en el libro de Chris Van Allsburg, son frecuentemente seleccionadas por las familias que buscan contenido para públicos infantiles y juveniles. A estas se suman Las Crónicas de Navidad, que presenta una propuesta de aventura familiar centrada en el personaje de Santa Claus.
La oferta de cine navideño no se limita a las producciones recientes. Entre los clásicos que mantienen presencia durante diciembre se encuentra Milagro en la Calle 34, estrenada en 1947 y dirigida por George Seaton. La película narra la historia de un hombre que afirma ser Santa Claus y debe demostrarlo ante un tribunal, siendo una de las obras más emblemáticas del cine navideño estadounidense.
Asimismo, la adaptación animada de 1966 Cómo el Grinch robó la Navidad, dirigida por Chuck Jones y basada en el libro homónimo de Dr. Seuss, continúa siendo una de las producciones más vistas en esta época, especialmente por su duración corta y su mensaje en torno al espíritu navideño. Su permanencia en la cultura popular ha permitido que nuevas generaciones mantengan contacto con esta historia.
Otras producciones vinculadas a la temporada incluyen La Navidad de Charlie Brown, especial televisivo considerado un relato reflexivo sobre el sentido de las celebraciones, y Vacaciones de Navidad, comedia que retrata los infortunios familiares de los Griswold durante la preparación de las festividades.
Con una amplia oferta disponible y la tradición creciente de las maratones navideñas, diciembre es un periodo en el que el consumo de cine familiar aumenta, fortaleciendo los hábitos culturales asociados a esta época del año.








