Este jueves, en el segundo día del Cónclave para elegir al sucesor del papa Francisco, y la votación de la mañana no hubo humo blanco desde la chimenea de la Capilla Sixtina, señal inequívoca de que no se ha alcanzado un consenso entre los 133 cardenales electores.
Desde muy temprano, los ojos del mundo se posaron sobre el tejado del recinto sagrado, a la espera de la señal que indicara si finalmente había sido elegido el nuevo pontífice. La expectativa se intensificó poco antes de las 5:00 a.m. (hora de Colombia), cuando la tradicional fumata se alzó en el cielo vaticano. La señal fue clara: aún no hay papa.
La aparición del humo negro al mediodía (hora local) fue recibida con una mezcla de aplausos y decepción por la multitud congregada.
Esta ha sido la segunda fumata negra desde que comenzó el Cónclave el miércoles por la noche. Los cardenales volverán a votar esta tarde en una nueva ronda, en un proceso que continúa marcado por la complejidad y las tensiones internas en la Iglesia.
De mantenerse el ritmo habitual, se espera una nueva señal en torno a las 19:00 horas (17:00 GMT). Si durante esa votación se lograra el consenso necesario, entonces podría verse la esperada fumata blanca en torno a las 17:00 horas (15:00 GMT), anunciando al nuevo líder de la Iglesia católica.