Durante los ultimos mese se ha venido reportando mundialmente, la subida de precios de algunos artículos electrónicos, como neveras, televisores, computadores, consolas de videojuegos, pero después esta escasez tocó la industria automotriz.
La escasez de chips comenzó cuando las ventas de automóviles se fueron en picada en las primeras semanas de la pandemia, debido a la pérdida récord de empleos y al cierre temporal de muchas fábricas y concesionarios. La mayoría de los fabricantes de automóviles, que esperaban un descenso prolongado de las ventas, recortaron los pedidos de chips y otras piezas. Cuando las ventas repuntaron mucho más rápido de lo que se esperaba, el suministro de chips ya se había destinado a otros clientes.
Aunque los fabricantes de automóviles esperaban poder aumentar el suministro de chips a mediados de este año, se vieron afectados por los brotes de covid-19 en otras regiones, como el sudeste asiático, donde se cerraron muchas de las fábricas de chips. Y otros problemas de la cadena de suministro, como la inestabilidad de los contenedores de transporte y la congestión en los puertos del país, la escasez de conductores de camiones y la escasez general de mano de obra, empezaron a limitar el suministro de otras piezas y materias primas necesarias.
Por estos lados nada se puede hacer y menos cuando los gigantes del sector a nivel mundial no han podido solucionar el tema de los chips. Hay marcas en diferentes situaciones y no todas caen en la misma dura estadística de desabastecimiento, pero en líneas generales, todos los grandes jefes consideran que el año entrante se debería recuperar el ritmo de entregas de los chips a nivel mundial pero que solo en el 2023 habría una normalización del flujo de componentes y autos nuevos. Queda claro que la industria del automóvil no puede ser dependiente de terceros.
Hace algunas semana Andemos, el gremio que agrupa a la mayoría de los importadores y ensambladores del país, hizo una encuesta sobre el momento del sector. Hay un marcado optimismo por la recuperación de las ventas en esta segunda parte del año, superados los paros y los bloqueos que fueron un freno inesperado. Consideran que podrían vender unas 238 mil unidades, lo cual comparado con 2019 (el 2020 por razones conocidas estadísticamente no cuenta) está aún por debajo porque en ese momento los colombianos compraron 263 mil vehículos y a años luz de un año fantástico como fue el 2014, con 326298 ventas.
No hay soluciones rápidas, pero los fabricantes de chips parecen estar preparándose para enfrentar los desafíos futuros.
Muchas plantas de chips invertirán millones de dólares para expandir su producción. También los gobiernos, como el de Estados Unidos, harán lo propio para no depender de chips fabricados en el extranjero.
Pero los chips no comenzarán a salir de ninguna fábrica nueva construida hasta dentro de dos o tres años. Incluso mientras las fábricas existentes aumentan y se expanden la producción para satisfacer la demanda actual, algunos analistas se preguntan si podría haber un exceso de procesadores dentro de un año.
Si está pensando en comprar aproveche si su marca le dice que entrega pronto.Porque nadie tiene la culpa la cadena de producción. Al igual que los consumidores de productos electrónicos, hay que tener paciencia.