En la Comisión Séptima del Senado se adelantó un debate de control político en el que el ministro de Hacienda, Germán Ávila, presentó las proyecciones financieras de la reforma a la salud que impulsa el Gobierno del presidente Gustavo Petro.
Según los cálculos oficiales, el costo de implementación en 2026 alcanzará los 112,6 billones de pesos. El jefe de la cartera explicó que el presupuesto nacional de ese año contempla 109,9 billones de pesos destinados al sistema, con una participación del 6,3% en el Producto Interno Bruto. Para 2027 la cifra proyectada ascendería a 114,8 billones y en 2036 se elevaría a 191,7 billones, lo que significaría un 7,73% del PIB.
De acuerdo con las estimaciones, los ingresos que financiarán la reforma provendrán principalmente de tres fuentes:
- El aporte de la Nación, con un crecimiento promedio del 8,13% anual
- El Sistema General de Participaciones, con un aumento del 4,3%
- Las cotizaciones que tendrían un incremento anual del 2,87%.
Ávila detalló que para 2026 se destinarán 105 billones de pesos a gastos directos, entre los que se incluyen atención primaria, mediana y alta complejidad, fortalecimiento de la red pública, prestaciones económicas, becas, atención a migrantes irregulares, saneamiento de deudas hospitalarias y demás obligaciones del sector.
A esto se suman 2 billones en gastos indirectos, destinados al saneamiento de empresas estatales de salud durante los primeros cinco años, y 1,9 billones para gestión administrativa.
El ministro agregó que las proyecciones cuentan con aval fiscal, siendo este el sexto concepto favorable que se emite para la iniciativa. Con ello, el Gobierno asegura que el sistema dispone de los ingresos necesarios para cubrir tanto la operación del modelo actual como los costos adicionales que generará la reforma.