En la noche del miércoles 20 de noviembre, una fuerte explosión estremeció los alrededores del Concejo de Bogotá y el edificio principal del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), dejando a los habitantes y trabajadores de la zona en estado de alerta.
El hecho, ocurrido alrededor de las 8:40 p.m., generó inquietud entre quienes permanecían en las cercanías, especialmente en un concurrido sector conocido por sus establecimientos comerciales.
Según las primeras versiones de las autoridades, el estallido tuvo lugar en la cafetería “El Solar”, situada muy cerca de las instalaciones del INPEC.
El Comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, General José Daniel Gualdrón Moreno, indicó que el incidente parece ser producto del lanzamiento de un artefacto explosivo improvisado dentro de una bolsa.
El muro del establecimiento contuvo el impacto en gran medida, evitando mayores daños estructurales y víctimas humanas. Sin embargo, los ventanales del edificio del INPEC resultaron dañados.
Investigaciones en curso y múltiples hipótesis
El alcalde Carlos Fernando Galán confirmó a través de su cuenta de X que no se reportaron heridos, y los daños materiales son menores. “A esta hora, @PoliciaBogota y @BomberosBogota atienden la activación de un artefacto explosivo en inmediaciones del INPEC, sobre la 26. No hay personas heridas y los daños materiales son menores”, escribió.
Mientras tanto, el General Gualdrón explicó que no se descarta ninguna hipótesis. “Estamos evaluando si se trató de un ataque dirigido específicamente contra la cafetería, o si está relacionado con posibles casos de extorsión o amenazas”, señaló en declaraciones recientes.
Las autoridades desplegaron un plan candado en el sector, reforzando los operativos de seguridad para identificar a los responsables. Expertos en explosivos, junto con la Fiscalía, están recolectando evidencias a través de cámaras de seguridad, testimonios y análisis técnicos en el lugar de los hechos.
Habitantes del sector expresaron su temor por lo ocurrido y exigen respuestas claras. La tranquilidad de la zona quedó alterada, y la percepción de seguridad de los trabajadores y visitantes del lugar está en entredicho.
Por ahora, la zona permanece acordonada mientras avanzan las investigaciones. El hecho plantea interrogantes sobre los móviles detrás del ataque.
