Tras cinco días en manos de la delincuencia y de los vándalos, salió el ejército a las calles de Bogotá. La reacción de los ciudadanos fue de agradecimiento y aplausos.
Y es que los ciudadanos de bien ya no aguantan mas los desmanes, la violencia y el vandalismo que se apoderó de la protesta social y por ello, ven con buenos ojos la presencia de los militares, símbolo de paz, estabilidad y seguridad.
No obstante, hay ciudades como Medellín, en donde el alcalde rechaza la presencia militar, pese a las súplicas de los ciudadanos quienes piden que se restablezca el orden.