En una acalorada discusión, la Representante a la Cámara Carolina Arbeláez encendió las alarmas sobre el programa «Jóvenes en Paz», impulsado por el gobierno nacional.
Según Arbeláez, este plan no solo está mal concebido, sino que podría estar encaminado a la creación de un ejército paramilitar de jóvenes, similar a los colectivos chavistas que operan en Venezuela bajo el mando del gobierno de Nicolás Maduro.
Durante su intervención, Arbeláez presentó detalles preocupantes sobre el programa, el cual destinaría 1,5 billones de pesos para transferencias económicas de un millón de pesos mensuales a 100.000 jóvenes entre los 14 y 28 años, muchos de los cuales tienen antecedentes judiciales, pertenecen a pandillas o bandas delincuenciales, e incluso se encuentran dentro de la población carcelaria y migrante.
Para la congresista, este diseño plantea serias preocupaciones, ya que, según ella, prioriza a jóvenes vinculados con actividades delictivas, fomentando la creación de un «brazo paramilitar» a disposición del gobierno.
Arbeláez fue enfática en su crítica: «Este programa me huele a un reclutamiento de colectivos y de milicias conformadas por jóvenes delincuentes para, al parecer, estar a disposición del gobierno. Más o menos como hoy funciona en Venezuela con los colectivos chavistas, que son un brazo paramilitar del gobierno de Nicolás Maduro para intimidar, extorsionar y asesinar al pueblo venezolano».
La representante subrayó que, aunque está de acuerdo con la necesidad de dar oportunidades a los jóvenes, los recursos destinados a este programa deberían invertirse de manera más estratégica.
Arbeláez propuso que esos 1,5 billones de pesos se utilicen para fomentar el deporte, una herramienta que, según ella, puede alejar a los jóvenes de la criminalidad y el consumo de sustancias psicoactivas.
“¿Por qué un ministerio como el Ministerio del Deporte hoy reduce su presupuesto a $460 mil millones de pesos, cuando deberíamos estar invirtiendo en promover el deporte? Es la forma en que también le quitamos a los delincuentes a los jóvenes”, cuestionó.
Además, propuso destinar estos fondos a programas que impulsen el emprendimiento juvenil, brindando a los jóvenes una oportunidad para crear un proyecto de vida o un negocio propio.
La crítica se extendió también a la inequidad en la distribución de recursos, al comparar las transferencias de $260 mil pesos destinadas a los adultos mayores en situación de extrema pobreza, frente al millón de pesos que recibirían los jóvenes vinculados a actividades delictivas.
«Esto no es solidario y hay que replantear la inversión de estos recursos», concluyó la representante.
La discusión se ha centrado sobre las prioridades del gobierno en el manejo de los programas sociales, y ha puesto bajo escrutinio la efectividad y el riesgo de medidas que, según algunos sectores, podrían desbordar en una peligrosa militarización de la juventud en condiciones de vulnerabilidad.
