Desde el mismo momento en que se supo la noticia de la muerte de Darío Gomez sus seguidores se dirigieron rápidamente a la Clínica de las Américas a despedirlo donde la música desde los equipos de sonido de automóviles y speakers junto con los cánticos a muy alto volumen rompieron con la paz y el silencio que reinaba en esta zona hospitalaria donde los enfermos descansaban a esta hora.
La administracion de esta institucion hospitalaria debió acudir a la Policía para que controlara a la gente y cesara el ruido en las afueras del hospital. Lo mismo ocurrió en las afueras de las instalaciones de Medicina Legal y ahora en las afueras del Coliseo de Voleibol donde se le dará el último adiós al artista a partir de las 9 de la noche cuando lleven sus restos mortales a cámara ardiente por los próximos dos días.