En la homilía se este viernes el Papa León XIV dirigió en la basílica de San Pedro, un mensaje a los sacerdotes destacando que, en un tiempo de grandes y terribles conflictos, «no hay lugar para divisiones ni odios de ningún tipo».
El mensaje se entregó en medio de la eucaristía y allí Instó a los miembros de la Iglesia a mantenerse «reconciliados, unidos, transformados por el amor que brota abundantemente del Corazón de Cristo».
Renglón seguido, recordó que su deseo es una Iglesia unida, signo de unidad y comunión, que se convierta en fermento para un mundo reconciliado.
Es de resaltar que el mensaje fue entregado en la eucaristía celebrada en la basílica a la que asistieron cerca de 3.600 religiosos y allí también se llevó a cabo la ordenación de 32 nuevos sacerdotes procedentes de 23 países.
El máximo jerarca de la iglesia católica aconsejó a los nuevos sacerdotes que sean generosos, fervorosos en la celebración de los sacramentos, en la oración, especialmente en la adoración y en el ministerio, y que sean cercanos a sus comunidades donando su tiempo y energías a todos, sin hacer diferencias.