El papa Francisco sorprendió al mundo tras reaparecer después de 38 días internado en el Policlínico Gemelli de Roma debido a una neumonía bilateral. Su estado de salud ha evolucionado favorablemente, aunque los médicos han indicado que deberá seguir un proceso de recuperación de al menos dos meses.
Adicionalmente, el líder de la iglesia católica recibió el alta médica, hecho que fue confirmado por el equipo médico que lo atendió, señalando que el pontífice estaba ansioso por regresar. Durante su hospitalización, la salud del sumo pontífice generó incertidumbre debido a los episodios críticos que enfrentó, aunque en ningún momento perdió la consciencia ni requirió intubación.
En su primera aparición pública desde su ingreso al hospital, Francisco se mostró sonriente y agradecido con los fieles que acudieron a las afueras del centro médico para expresarle su apoyo. Desde la ventana de su apartamento en el hospital, el papa saludó a la multitud y pronunció unas breves palabras con voz fatigada, efecto de la asistencia respiratoria que recibió durante su convalecencia.
El Vaticano ha informado que el pontífice continuará su rehabilitación en la Casa Santa Marta una vez que abandone el hospital, donde seguirá recibiendo tratamiento médico para fortalecer su capacidad respiratoria. Debido a su estado, las actividades habituales que desempeña podrían verse limitadas durante el periodo de recuperación, aunque se espera que retome sus funciones de manera progresiva.
La prolongada hospitalización del papa Francisco ha suscitado cuestionamientos sobre su participación en los eventos litúrgicos previos a la Semana Santa. Hasta el momento, el Vaticano no ha confirmado si el pontífice podrá presidir las ceremonias más importantes de este periodo, lo que deja abierta la posibilidad de ajustes en la agenda papal.
Durante su estadía en el hospital, el papa envió un mensaje de agradecimiento a quienes han orado por su salud y expresó su deseo de seguir adelante con su labor pastoral. En un audio difundido el pasado 6 de marzo, su voz reflejaba el esfuerzo de la recuperación, pero también su gratitud y fortaleza ante la enfermedad.
A sus 88 años, Francisco ha enfrentado diversas complicaciones de salud a lo largo de su pontificado. La reciente neumonía se sumó a los antecedentes de infecciones respiratorias que ha padecido, exacerbadas por la pérdida parcial de un pulmón en su juventud. Ahora, con su recuperación en marcha, deberá moderar su ritmo de trabajo para garantizar su bienestar.
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