En respuesta directa a los efectos del cambio climático, más de un tercio de los ciudadanos de Tuvalu, Nación insular del Pacífico, se han inscrito para participar en un sorteo que podría otorgarles una visa permanente en Australia.
Este nuevo mecanismo migratorio, calificado como una iniciativa sin precedentes a nivel mundial, busca ofrecer protección climática mediante la migración regulada.
El programa, denominado Pacific Engagement Visa, abrió su primera ronda el pasado 16 de junio, y ya ha recibido 1.124 solicitudes, que representan un total de 4.052 personas incluyendo familiares, según datos oficiales. El número es considerable teniendo en cuenta que la población total de Tuvalu, según el censo de 2022, es de 10.643 habitantes. Solo 280 visas serán asignadas este año mediante un sistema de sorteo aleatorio. La inscripción al sorteo tiene un costo de 25 dólares australianos y permanecerá abierto hasta el 18 de julio de 2025.
En este contexto, Tuvalu es uno de los países más vulnerables al cambio climático y enfrenta graves riesgos por el aumento del nivel oceánico. Según estimaciones de la NASA, gran parte del territorio y la infraestructura crítica del país podrían quedar por debajo del nivel de marea alta para el año 2050.
La visa otorga residencia permanente en Australia a los beneficiarios, quienes podrán entrar y salir libremente del país. Además, les permitirá acceso a servicios como el sistema público de salud, subsidios para el cuidado infantil y la posibilidad de estudiar en escuelas y universidades australianas con el mismo apoyo económico que reciben los ciudadanos.
Asimismo, la visa hace parte de un acuerdo firmado en agosto de 2024, a través del cual Australia se comprometió a brindar apoyo a Tuvalu ante emergencias naturales, crisis de salud pública y eventuales agresiones militares. Además, el pacto establece el reconocimiento legal de la soberanía y condición de Estado de Tuvalu incluso si su territorio queda inhabitable por el aumento del nivel del mar.