La intención de consolidar el Pacto Histórico en un solo partido político enfrenta obstáculos jurídicos que dificultan su materialización.
La propuesta, impulsada por el presidente Gustavo Petro, requiere que cada una de las colectividades que integran la coalición renuncie a su personería jurídica y solicite su eliminación ante el Consejo Nacional Electoral (CNE). Sin embargo, el cumplimiento de estos requisitos presenta complicaciones.
Es de aclarar que los partidos que conforman el Pacto Histórico han identificado dos condiciones fundamentales que deben cumplir para la disolución de su personería jurídica, por un lado, no tener deudas pendientes y no estar sujetos a investigaciones por parte del CNE.
Actualmente, ninguna de las colectividades en la coalición cumpliría con ambos requisitos, ya sea por obligaciones financieras derivadas de la campaña presidencial y congresional o por indagaciones en curso en el ente electoral.
Este escenario pone en riesgo la posibilidad de concretar la petición del presidente Petro de unificar al Pacto Histórico en una sola organización política de cara a las elecciones presidenciales y legislativas de 2026. Ante esta situación, se exploran alternativas jurídicas que permitan avanzar en el proceso.
Una de las opciones analizadas es que el nuevo partido, una vez obtenga la personería jurídica única, asuma las deudas y los procesos en curso de las colectividades que serían disueltas. No obstante, aún no hay claridad sobre la viabilidad jurídica de esta estrategia.
El Movimiento Alternativo Indígena y Social (Mais) había aceptado liderar la conformación del nuevo partido político, lo que incluyó la escisión de congresistas como María José Pizarro, David Racero y Heráclito Landinez. Sin embargo, el proceso ha enfrentado obstáculos que han ralentizado su avance.
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