Una llamada a la acción ha sido lanzada en las redes sociales, incitando a los caleños a reunirse el próximo 8 de julio para derribar el monumento de la Primera Línea construido en el estallido social que ha generado gran controversia.
El grupo detrás de esta convocatoria, identificado como “Falsa Paz Farcsantos”, ha utilizado las redes sociales para difundir su mensaje y movilizar a la ciudadanía.
El monumento en cuestión, descrito por los convocantes como un “esperpento”, ha sido criticado por su supuesto simbolismo asociado a los actos de terrorismo cometidos por el grupo conocido como la “Primera Línea”.
En la publicación de “Falsa Paz Farcsantos” expresa que esta estatua es un recordatorio negativo de las actividades delictivas y terroristas de dicho grupo.
La publicación concluye con un llamado urgente: “DIFUNDIR Y PARTICIPAR 8 DE JULIO. Ánimo caleños”.
El monumento de la discordia
El ‘Puño a la Resistencia’ es la estatua construida por parte de los manifestantes del Paro Nacional en Cali en el 2021.
Un símbolo de la “Primera Línea” que surgió durante las protestas sociales conocidas también como el ‘estallido social’ y ha sido objeto de controversia debido a sus métodos de protesta, que algunos sectores de la sociedad consideran violentos y destructivos.
El monumento que se pretende derribar parece haber sido erigido como parte de un esfuerzo por conmemorar estos movimientos sociales.
Sin embargo, la interpretación de su simbolismo ha sido polarizadora, dividiendo a la comunidad entre quienes lo ven como un homenaje a la resistencia y quienes lo consideran una ofensa y una glorificación del terrorismo.
La convocatoria ha generado una variedad de reacciones entre los residentes de Cali. Algunos ciudadanos apoyan la protesta, argumentando que el monumento no debe permanecer en un espacio público debido a su asociación con la violencia y el crimen.
Las autoridades locales están al tanto de la convocatoria y se están preparando para posibles disturbios el día de la protesta. La policía de Cali ha declarado que se tomarán todas las medidas necesarias para mantener el orden público y proteger tanto a los manifestantes como a los ciudadanos que no participan en la protesta.
El 8 de julio se perfila como una fecha crítica para la ciudad de Cali, con la potencial remoción de un monumento que ha polarizado a la comunidad.
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