Todos buscando, todos los días, a todas horas, Dios, ¿Dónde estás? Rezando, orando, meditando, con fe, con fervor, con intención, sin intención, muchas veces renunciando, otras retomando, congregación, religión, grupo, método.
¿Dónde estás, con quién estás, a quién le creo? ¿Dónde está el cielo? ¿Si existe el infierno?
¿De qué se trata vivir? ¿Si me porto bien, me verá? ¿Me premiará? ¿Si me porto mal, me verá? ¿Me castigará?
¿Por qué a los buenos les va mal y a los “malos” les va bien? ¿Si existe la justicia divina?
Esfuerzos para encontrar respuestas, sentido, dirección, grupo, fé, creencia, ¿a quién creer?
Los dirigentes tienen “defectos” humanos. A DIOS no hay que buscarlo. Lo que podemos hacer es:»PERMITIR QUE ME ENCUENTRE». DIOS sí sabe quién soy, dónde estoy, cómo estoy.
¿Cómo permito que me encuentre? Relajado, me preparo, dejar de pensar, dejar de juzgar, dejar de competir, simplemente SER. Corregir desde adentro de uno mismo. Vigilancia de sus propios pensamientos, sentimientos, palabras, acciones, omisiones. Sí, encontramos nuestros propios errores, los analizo y me doy cuenta de que el miedo, la inseguridad, han sido mi motivación hasta ahora. El no saber, no entender, yo, que me creía bueno, me doy cuenta de que me falta mucho.
Me distraje buscando y defendiendo mis creencias y me desconecté de la compasión.
Yo, que me siento malo, muy malo, que he hecho mucho daño, siento que perdí toda esperanza de que Dios me tenga en cuenta.
Nunca me va a perdonar, así que mejor lo niego. Dios no existe. La realidad es que Dios es PadreMadre, unidos, nos creó a todos, nos sostiene vivos desde antes de venir a este mundo y nos conoce, nos entiende, y lo mejor, nos PERDONA.
A todos, vivos, con o sin cuerpo físico, porque somos sus hijos. Nos entrega IMPEZÁ. El PERDÓN de Dios PadreMadre Creador para todos sus hijos, viene por el canal de la vida
que nos contiene, en forma de una esferita, porque es universal, sin dirección, la visualizo de color amarillo dorado llena de estrellitas plateadas. Tiene forma para que nuestros sentidos lo adapten, recibirla es voluntario
Adentro del ser, empieza a sanar, conscientemente, todos los miedos, rencores, todos los actos de hacer daño a sí mismo y a los demás. Somos seres espirituales viviendo una experiencia física, complicada, pero es un regalo inmenso para aprender y superarnos a nosotros mismos, limpiando, sanando y transformando nuestra materia para regresar al Espíritu.
Todos, absolutamente todos, somos iguales Hijos de Dios. Impezaperdon para TODOS