La Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA) golpea con fuerza en España, especialmente en Málaga y Tarragona, regiones que enfrentan hoy alerta roja debido a las intensas lluvias que están causando inundaciones, daños en infraestructuras y parálisis de servicios básicos.
Las acumulaciones de agua se prevén entre 120 y 180 litros por metro cuadrado en tan solo 12 horas, afectando severamente la vida cotidiana y forzando evacuaciones masivas.
Málaga es escenario de severas inundaciones, especialmente en sus avenidas principales. Las autoridades locales reportan grandes balsas de agua en zonas comerciales y en áreas afectadas por obras de infraestructura.
El transporte en la ciudad está completamente paralizado y se suspendieron las líneas de autobuses municipales, y el servicio de alta velocidad entre Madrid y Málaga quedó interrumpido por el gestor ferroviario Adif.
Incluso se observó una tromba marina en la Costa del Sol, que por fortuna no causó daños mayores.
En Valencia, aún impactada por la reciente tragedia de octubre que dejó más de 220 fallecidos, se ha suspendido la búsqueda de personas desaparecidas. La emergencia persiste en una región que no logra recuperarse de las secuelas del anterior temporal.
Con la posibilidad de nuevas crecidas en ríos y barrancos, las autoridades han impuesto restricciones de movilidad, han cerrado puertos y han recomendado el teletrabajo para reducir riesgos.
Mientras tanto, el Congreso español clama por un pacto de Estado que permita a la nación prepararse mejor ante fenómenos devastadores como este. La colaboración entre las Fuerzas de Seguridad y el Ejército es esencial en las labores de limpieza, prevención y rescate en las zonas más afectadas.