El país ocupa el puesto 43 entre 44 naciones en el Índice Global de Jubilación 2025. Su peor desempeño está en bienestar material, con apenas 7% de puntaje. La alta informalidad y baja cobertura agravan la crisis.
Colombia se ubica en el penúltimo lugar del Índice Global de Jubilación 2025, elaborado por Natixis Investment Managers en colaboración con CoreData Research. De los 44 países evaluados, solo India tiene un peor desempeño. El informe revela que el sistema pensional colombiano enfrenta graves debilidades estructurales, especialmente en cobertura, sostenibilidad y equidad. El indicador más crítico es el de bienestar material, donde Colombia obtuvo apenas un 7% de puntaje, reflejando que la mayoría de los pensionados no recibe ingresos suficientes para una vejez digna.
El Índice Global de Jubilación evalúa cuatro grandes dimensiones:
- Finanzas en la jubilación: Colombia obtuvo un 60%, destacando en dependencia de la población mayor y tasas de interés, pero con debilidades en morosidad bancaria e inflación.
- Bienestar material: El país fue el peor calificado del mundo, con solo 7%, debido a bajos ingresos per cápita y alta desigualdad.
- Salud: Puntaje de 55%, afectado por la cobertura limitada y la calidad desigual del sistema.
- Calidad de vida: También 55%, con retrocesos frente a 2024.
En América Latina, Colombia está por debajo de países como México (54%), Chile (52%) y Brasil (48%). Esto evidencia una brecha creciente frente a sus pares regionales.
El sistema pensional colombiano se basa en dos regímenes: el público (Colpensiones) y el privado (AFP). Sin embargo, lo que se vive en el país es que: Sólo el 40% de los afiliados cotiza activamente; más del 55% de los trabajadores ocupados no cotiza; La alta informalidad laboral impide que millones de colombianos acumulen semanas suficientes para jubilarse; el tope máximo de pensión (25 salarios mínimos) restringe beneficios incluso para quienes cotizan durante décadas.
Expertos advierten que el sistema pensional colombiano está en una situación crítica que requiere reformas profundas. La baja cobertura, la informalidad y la desigualdad hacen inviable la sostenibilidad del modelo actual. Aunque se han planteado reformas legislativas, el país aún no ha adoptado una estrategia integral que garantice pensiones dignas para las futuras generaciones.
Colombia enfrenta una crisis pensional silenciosa pero profunda. Su posición en los rankings internacionales refleja no solo una falla técnica, sino una deuda social con millones de trabajadores que no podrán acceder a una jubilación digna. La urgencia de una reforma estructural es ineludible si el país quiere revertir esta tendencia y garantizar protección en la vejez.