Una de las banderas de Gustavo Petro durante su candidatura fue el tema de la transición energética, y ha sido uno de los más fuertes discursos de la actual ministra de minas Irene Vélez, lo que ha generado aumentos excesivos del dólar y temor no solo entre los ciudadanos, sino en Ecopetrol, cuyas acciones han perdido valor gracias a las iniciativas que el nuevo gobierno pretende poner en marcha.
Estas iniciativas, evidentemente, conllevan el aumento del precio de la gasolina que se inició desde octubre del año pasado con el pretexto de evitar que el gobierno siga financiando los cambios en los precios internacionales del crudo que impactan directamente en el valor de la gasolina.
Y es que el argumento para disminuir la exploración y explotación de hidrocarburos en el país, y suplir la necesidad de gas o gasolina importando el producto de Venezuela, es el calentamiento global y el aporte que se hace desde los países al emitir gases de efecto invernadero.
Sin embargo, el aporte que hace Colombia al cambio climático es mínimo como lo demuestra un plano que ha sido difundido por la EOM y como lo han dicho en varias oportunidades expertos.
Es decir que la excusa de que Colombia se pueda convertir en motor en la disminución de gases con efecto invernadero en realidad no tendría ningún impacto en el mundo mientras los gigantes de la contaminación no se comprometan con disminuir la generación de estos contaminantes.
Además, este asunto no fue tratado en Davos por Petro, y a esos gigantes no les exigió cambiar las prácticas para disminuir los efectos de la contaminación que le están costando caro al planeta, afectando incluso a aquellos países que poco aportan al problema, como Colombia.
