Dos hombres fueron arrestados en París por su presunta participación en el robo de ocho joyas imperiales del Museo del Louvre, valoradas en más de 88 millones de euros.
El ADN hallado en la escena fue clave para las capturas.
Una semana después del audaz robo de joyas imperiales en el Museo del Louvre, las autoridades francesas confirmaron la detención de dos sospechosos. Uno fue capturado en el aeropuerto Roissy-Charles de Gaulle cuando intentaba huir a Argelia, y el otro en Seine-Saint-Denis, en las afueras de París. Ambos fueron identificados gracias a rastros de ADN encontrados en la escena del crimen y permanecen bajo custodia policial mientras continúa la investigación.
El robo, ocurrido el 19 de octubre, fue ejecutado en apenas siete minutos por un comando de cuatro personas que accedió a la Galería de Apolo del Louvre utilizando un montacargas y herramientas de corte. Vestidos como obreros, los ladrones rompieron vitrinas y sustrajeron ocho piezas de valor histórico incalculable, entre ellas la tiara de la emperatriz Eugenia de Montijo y un collar de esmeraldas de Marie-Louise Bonaparte.
Además de algunos cuadros que fueron avalados es millones de euros, este cotejo de artículos valiosos ha sido manejado con mucha cautela por las autoridades francesas competentes, y se irá develando con prudencia de acuerdo con el comunicado emitido por la policía francesa.
Las joyas, que datan del siglo XIX, están valoradas en más de 88 millones de euros, aunque expertos señalan que su valor patrimonial supera cualquier tasación económica. Hasta el momento, ninguna de las piezas ha sido recuperada, aunque una corona fue hallada rota cerca del museo minutos después del robo.
La fiscal de París, Laure Beccuau, confirmó las detenciones pero lamentó la filtración de información a los medios, advirtiendo que podría entorpecer el trabajo de más de cien investigadores movilizados para esclarecer el caso. Los detenidos enfrentan cargos por robo en banda organizada y asociación ilícita con fines delictivos.
Las autoridades continúan rastreando a los otros dos miembros del comando y analizan más de 150 muestras de ADN y huellas dactilares. También se investiga si el robo fue encargado por una red internacional de tráfico de arte, lo que elevaría el nivel de complejidad del caso.
El presidente Emmanuel Macron calificó el robo como “un ataque al patrimonio nacional”, y el Louvre ha reforzado sus protocolos de seguridad. Parte de la colección restante fue trasladada al Banco de Francia para su resguardo.
