Durante las celebraciones decembrinas, los centros de salud del país han reiterado que el riesgo de quemaduras en niños aumenta considerablemente, no solo por el uso de pólvora, sino por accidentes domésticos relacionados con líquidos calientes y actividades cotidianas en el hogar.
El Hospital Infantil Universitario de San José señaló que lesiones que parecen menores pueden dejar secuelas permanentes si no reciben atención inmediata por parte de personal especializado.
El cirujano plástico Jorge Poveda, del Hospital Infantil Universitario de San José, afirmó que las quemaduras por líquidos calientes continúan siendo las más frecuentes y severas entre los niños, especialmente en edades entre los dos y los cinco años.
Estas lesiones ocurren principalmente durante la preparación de alimentos tradicionales, el uso de velas o el manejo de recipientes calientes dentro del hogar. El especialista explicó que un instante de descuido puede causar daños profundos que requieren tratamientos prolongados y, en algunos casos, intervenciones reconstructivas.
Entre las secuelas más comunes se encuentran cicatrices permanentes, queloides y contracturas que afectan la movilidad de zonas como párpados, manos y cuello. Algunas quemaduras pueden derivar en infecciones graves si no se abordan desde el primer momento con los protocolos adecuados.
El hospital recordó que diciembre es el mes con mayor incidencia de quemaduras pediátricas y que el uso de remedios caseros como aceite, crema dental, café, sábila o tierra puede agravar la lesión.
Según el Instituto Nacional de Salud (INS), entre el 1 y el 8 de diciembre se registraron 333 lesionados por pólvora pirotécnica en Colombia, lo que representa una disminución del 14,4% frente al mismo periodo del año anterior. No obstante, las autoridades mantienen la alerta debido a que 86 de los casos corresponden a menores de edad.
En 14 de estos eventos, los niños estaban bajo el cuidado de adultos que se encontraban en estado de embriaguez. El INS confirmó que no se han reportado fallecimientos ni casos de intoxicación por fósforo blanco o licor adulterado durante este periodo.
El INS reportó que Antioquia encabeza la lista de entidades territoriales con más casos relacionados con pólvora, seguido de Bogotá, Cauca, Valle del Cauca, Córdoba y Norte de Santander. Medellín es la ciudad con mayor número de lesionados, mientras que Cúcuta, Montería y Pasto también registran cifras significativas.
El Servicio de Cirugía Plástica del Hospital Infantil Universitario de San José indicó que, aunque la institución no cuenta con una unidad de quemados, sí ofrece manejo inicial especializado, incluyendo lavado quirúrgico, desbridamiento, reposición de líquidos y una clínica de heridas equipada con apósitos avanzados, dermátomos eléctricos y cultivos de dermis en situaciones específicas.
Las quemaduras se clasifican según la profundidad del daño, las de primer grado afectan la capa superficial de la piel; las de segundo grado comprometen la dermis y pueden requerir injertos si profundizan; y las de tercer grado destruyen todas las capas de la piel, lo que obliga a cirugías múltiples y procesos de recuperación prolongados.
El hospital recomendó enfriar la zona afectada con agua a temperatura ambiente por 10 a 20 minutos, evitar retirar ropa adherida a la piel o manipular ampollas y acudir inmediatamente a un centro médico. También sugirió medidas preventivas como ubicar fogones en zonas seguras, evitar recipientes calientes al alcance de menores, supervisar la temperatura del agua en baños y restringir el uso de pólvora.
La institución recordó que el manejo adecuado durante el primer año posterior a la lesión puede mejorar significativamente la apariencia de las cicatrices y reducir su impacto en la vida de los menores afectados.
