A medida que pasan las horas, las víctimas de las devastadoras inundaciones en el estado de Texas continúan en aumento, producto de las intensas lluvias. Hasta la tarde de este martes, ya se han registrado 109 muertes, de las cuales 30 son niños, y 161 personas siguen desaparecidas.
El gobernador Greg Abbott confirmó la cifra de desaparecidos en el condado de Kerr, precisando que las 161 personas son aquellas reportadas como no localizadas por sus familiares.
«Hemos estado contactando al público para obtener más información sobre aquellos que no estaban registrados en un campamento, en un hotel o en cualquier otro refugio, y sobre aquellos de los que no se tenía constancia», expresó Abbott. «Gracias a la colaboración de las fuerzas del orden, recibimos esta cifra: solo en el condado de Kerr hay 161 personas desaparecidas».
Una de las tragedias más impactantes ocurre en el campamento cristiano de verano Mystic, que fue arrasado por la creciente del río Guadalupe. En el lugar, se han confirmado 27 muertes de campistas y aún se busca a cinco niñas y una monitora. Las operaciones de rescate se han visto obstaculizadas por el barro y los escombros arrastrados por las aguas.
La tragedia también ha tenido un impacto devastador en las zonas agrícolas y ganaderas de Texas. Sid Miller, comisionado de Agricultura del estado, informó que miles de metros de cercas, graneros, cultivos, maquinaria y cabezas de ganado han sido destruidos. «Hemos encontrado ganado en la cima de los árboles», señaló Miller.
El campamento albergaba aproximadamente 750 menores, quienes lograron evacuar a tiempo. Sin embargo, el torrente de agua se llevó las cabañas donde dormían las niñas de 8 y 9 años.
La tragedia fue causada por una creciente de 9,9 metros en el río Guadalupe, que siguió a una tormenta que, en un lapso de 12 horas, dejó 30 centímetros de precipitaciones.
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