El Ejército de Estados Unidos informó que llevó a cabo ataques contra tres embarcaciones en el Pacífico oriental, presuntamente vinculadas al narcotráfico, que dejaron un saldo de ocho personas fallecidas.
Estas operaciones forman parte de una campaña antidroga que ha encabezado Trump, en el Caribe y Pacífico, y que ya deja más de 90 muertos, y que a su vez ha generado cuestionamientos sobre la vulneración de la soberanía de otros países, así como del Derecho Internacional Humanitario.
La noticia del nuevo ataque fue comunicada por medio del Comando Sur, uno de los diez comandos del país que compete a la zona de América Latina, a excepción de México, que pertenece a la zona de interés del Comando Norte. Siendo así, por medio de su cuenta de X, el Comando Sur publicó que el 15 de diciembre, bajo la dirección del secretario de Guerra de los Estados Unidos, Pete Hegseth, “la Fuerza de Tarea Conjunta Southern Spear realizó ataques cinéticos letales contra tres embarcaciones operadas por Organizaciones Terroristas Designadas en aguas internacionales”.
De acuerdo con lo comunicado en esta red oficial, la inteligencia confirmó que las embarcaciones transitaban por rutas conocidas de narcotráfico en el Pacífico Oriental y se dedicaban a actividades relacionadas con el narcotráfico.
“Un total de ocho narcoterroristas hombres murieron durante estas acciones: tres en la primera embarcación, dos en la segunda y tres en la tercera”, señalaron al referirse a las víctimas.
La ofensiva que se ha dado desde los Estados Unidos, supuestamente, contra miembros del narcotráfico, ya deja un saldo de alrededor de 95 muertos, así como la destrucción de 26 lanchas.
Esta campaña es liderada por Hegseth, y ha afectado especialmente a Venezuela, puesto que en el pasado se ha denunciado que desde el gobierno de Nicolás Maduro se ha beneficiado a los carteles dedicados a esta actividad ilícita, como el llamado Cartel de los Soles.
No obstante, estas acusaciones han sido negadas de manera reiterada por parte del régimen de Maduro, que a su vez denunció una guerra psicológica por parte de Trump.
Como respuesta a las críticas, las autoridades estadounidenses sostienen que se trata de un “conflicto armado” contra los cárteles de la droga, pero a la fecha no se han presentado pruebas públicas que vinculen directamente a las embarcaciones atacadas con actividades ilícitas, lo que ha llevado a la ONU, a expertos internacionales y a organizaciones no gubernamentales a cuestionar estas operaciones.
Las acciones militares han generado un intenso debate en Washington, particularmente tras una operación realizada a comienzos de septiembre, cuando el Ejército lanzó dos ataques contra una misma embarcación, y justo en el segundo murieron dos personas que habían sobrevivido.
En medio del control que se ha dado desde el Senado estadounidense, para el día de hoy se tiene prevista una reunión en sesión plenaria con el secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el secretario de Estado, Marco Rubio. El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, indicó para medios nacionales que se debatirán las “acciones irresponsables e ilegales” del gobierno estadounidense en el Caribe y criticó la falta de explicaciones públicas sobre estas operaciones, que incluso la misma ONU ha calificado como “injustificables”.
