Por: Álvaro Ramírez González
La bomba que pusieron las FARC en el CAI de Ciudad Bolívar, que mató a dos inocentes menores de edad, dejó más de 35 heridos y causó millonarios daños a decenas de vecinos, deja a las claras que a Claudia López le quedó muy grande el puesto.
“Este es un problema de seguridad nacional, “gritaba desaforada, intentando eludir su responsabilidad.
La falta de claridad, los conflictos mentales y su pobre calidad gerencial, tienen a Claudia López, con un nivel de popularidad y credibilidad pésimo (18%) y pensar que arrancó con una favorabilidad del 78%. Pero tantos errores le tenían que pasar factura.
Al llegar a la Alcaldía Mayor, se declaró la jefe de la policía, eso no es cierto, los alcaldes son jefes operativos de la Policía en sus municipios.
Pero la línea de mando es indiscutible. Empieza por el presidente de la República y termina en el ministro de la Defensa.
Clarito.
Al llegar y con el ánimo de congraciarse con mamertos y vándalos, anunció que “yo no sacaré el ESMAD, yo no soy Peñalosa”.
No calculó la oportunista e improvisadora alcaldesa, la magnitud del problema que la usa, pero la supera y tuvo que acudir al ESMAD, cuando sus amigotes le estaban destruyendo la ciudad. Enfrentó al presidente Duque, envalentonada de su poder sobre la policía en el Distrito Capital.
Pero cuando él vandalismo, los bloqueos y la destrucción la avasallaron, entonces salió a gritar que “era un problema de Orden Público” y responsabilidad de Duque.
Reclamando el mando y eludiendo responsabilidad según su conveniencia. La invasión de los indígenas caucanos al parque nacional lleva 8 meses y es el ghetto más inmundo en el parque más emblemático de la capital.
Además, un foco de delincuencia que allí no existía.
Le quedó muy grande el puesto.
Los portales de las Américas, de Suba y de Usme, son tres enclaves terroristas que nacieron en su mandato y le deja a Bogotá. Claudia López. Se establecieron allí con la complacencia de la alcaldesa
Enclaves donde viven los terroristas, guardan sus armas y explosivos, planean todos sus ataques a la sociedad civil y tienen allí sus caletas y expendidos de drogas con los que financian esa actividad.
Además, desvalorizaron todos los inmuebles del sector. Nadie quiere comprarlos y menos vivir allí.
Enrique Peñalosa liberó a Bogotá del Bronx.
El Ghetto de crimen y drogas más grande del país.
32 hectáreas de hampa y crimen, transformados en la zona de tecnología y emprendimiento más moderna del país.
Claudia López le entrega a los Bogotanos los tres portales (Américas, Usme y Suba), dominados por la delincuencia y el parque nacional convertido en una porquería por cuenta de unos indios abusivos y una ausencia total de autoridad y de criterio.
Los bogotanos votan mal y viven mal.
Una ciudad tan grande y rica, se merece un alcalde de primer nivel gerencial.
Pero se equivocó de nuevo Bogotá, eligiendo a Claudia López.
¡Y de nuevo está pagando las consecuencias!
