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domingo, octubre 20, 2024
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    ¡Y ahora es contra los niños!. Por: Juan José Gómez

    Jesús dijo: «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos».

                                                                                               Mateo 19:14

    “Son derechos fundamentales de los niños: la vida, la integridad física, la salud y la seguridad social, la alimentación equilibrada, su nombre y nacionalidad, tener una familia y no ser separados de ella, el cuidado y amor, la educación y la cultura, la recreación y la libre expresión de su opinión. Serán protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos” …” Los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás”

                                                          Constitución Nacional, Artículo 44

    El presidente Gustavo Petro ha sido un hombre-problema en los dos años largos que lleva ejerciendo su cargo. La razón por la cual lo califico así, es porque son muchos más los desencuentros que ha tenido con sus gobernados que lo que pudieran llamarse entendimientos. Pruebas al canto: no se entiende con los empresarios porque, consecuente con su  credo socialista y populista los considera responsables de la pobreza de las personas que no han logrado prosperar en sus vidas, por motivos tan variados como falta de formación, que es el más común; carencia de recursos económicos familiares  o de tiempo para educarse,  ausencia de sana ambición, repulsión invencible al trabajo y otros contingentes, ninguno de los cuales puede endilgársele a los emprendedores, que son precisamente los que triunfan.

    Tampoco es que se haya entendido con los titulares de las instituciones, tales como las Cortes, el Consejo Nacional Electoral, la Junta del Banco de la República, la Federación Nacional de Cafeteros, los gremios de la producción y del comercio; los gremios de la salud, los gobernadores y alcaldes de ciudades capitales en cuyos territorios no ganó la alianza de colectividades políticas que lo llevó al poder; varios mandatarios latinoamericanos de orientación centro-derechista, especialmente Milei de Argentina, Bukele de El Salvador y el primer ministro Netanyahu  de Israel, todo lo cual lo identifica como un hombre carente de  atractivo para con la mayoría de sus compatriotas y, por el contrario buen amigo de personajes tales como los dictadores y exdictadores Diaz-Canel de Cuba, Maduro de Venezuela, Correa del Ecuador, Morales de Bolivia, la Kirchner de Argentina, Rodríguez Zapatero y Sánchez de España y de otros dirigentes izquierdistas tales como Cabello de Venezuela, López Obrador de México y Lula da Silva del Brasil, entre otros.

    Nada de esto es bueno para Colombia, un país sobresaliente por su democracia y por el respeto tradicional a sus instituciones, pero precisamente por esa misma razón, necesariamente tolerante con las especiales características de su presidente, porque así lo escogió una mayoría del electorado, que aún con una decisión que ha resultado equivocada tiene que acatarse, justamente en nombre del inexcusable respeto a la democracia. Recordemos al gran poeta y estadista colombiano, maestro Guillermo Valencia: “Oh democracia, bendita seas, aunque así nos mates”.

    Pero hay algo, sucedido en estos mismos días, que si bien no tuvo origen directamente en la Presidencia de la República si debió haber sido conocido y aprobado por el mandatario y que, de todas maneras, hace parte de una decisión del gobierno de Petro. Se trata de que la Superintendencia de Salud de Colombia a cargo del superintendente Luis Carlos Leal Angarita., emitió la Circular Externa 2024150000000009-5 DE 2024 que establece el acceso “sin obstáculos” al derecho de las mujeres y personas gestantes a interrumpir voluntariamente el embarazo (IVE) hasta la semana 24.

    Independiente de lo que haya manifestado la Corte Constitucional y cualquier entidad de las que actualmente quieren que el mundo marche al ritmo de la posmodernidad, o mas precisamente de la posverdad en materia de aborto, se alza el muro infranqueable por seres humanos y angélicos colocado por el mismísimo Dios que estableció con caracteres de eternidad ¡No matarás! y aunque el aborto sea llamado con elegancia “ interrupción voluntaria del embarazo”, no deja de ser un crimen que clama al cielo porque se trata de terminar cruelmente con la existencia de un inocente e indefenso ser que siente, que alienta, que palpita en el seno de una mujer y que aunque tenga la conformación de un embrión o feto, posee un alma inmortal.

    La vida en un ser humano comienza en el momento de la fecundación, cuando el óvulo es fecundado por el espermatozoide y se forma el zigotoDesde ese momento, se inician las divisiones celulares que culminarán en el nacimiento de un niño”. A regañadientes y sin que el argumento fuera compartido por muchos, se llegó a considerar hace algún tiempo que cuando se trataba de la malformación irremediable del feto o cuando éste ponía en peligro definitivo la vida de la madre, se podía entender como una circunstancia excepcional la extracción quirúrgica del embrión, con adopción de toda clase de medidas que impidieran el sufrimiento del ser, tomando en cuenta cierto tiempo razonable del embarazo.

    Pero el aborto posible hasta la semana 24 definitivamente pugna con la fe cristiana de la mayoría del pueblo colombiano y al parecer con parte considerable de la población americana, incluyendo a Estados Unidos de mayoría protestante, por lo cual el presidente Petro, jefe del Estado, del Gobierno y suprema autoridad administrativa de la nación y el superintendente de Salud, doctor Leal Angarita, cuya condición de gay es total y perfectamente respetable, así se diga que tuvo que ver con la expedición de la circular externa en comento, si de verdad se consideran genuinos demócratas deben reversar esa lamentable normativa, tomando en cuenta la extrema gravedad que implica su ejecución y que cuando comparezcan ante el Creador y Supremo Juez del universo,- lo que tendrán que hacer crean o no crean ahora -, llevarán consigo una pesada carga para ser sometida a la Justicia de Dios.

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