Los recientes combates entre bandas criminales en el municipio de Betulia, Suroeste antioqueño, han generado preocupación en las autoridades y zozobra en la población, en una región cada vez más golpeada por la violencia. El enfrentamiento más reciente se registró en la vía que conduce a la vereda La Arboleda, a pocos minutos del casco urbano, y dejó como saldo la muerte de un presunto miembro del grupo ilegal conocido como ’20 de julio’.
La víctima, identificada como Wilmer Cartagena Flórez, alias «El Indio», tenía 24 años y fue hallado con múltiples heridas provocadas por armas de fuego y cortopunzantes. Junto a su cuerpo, las autoridades hallaron munición de calibre 9 mm, lo que evidencia la intensidad del combate ocurrido en esa zona rural del Suroeste.
Según confirmó el alcalde de Betulia, Néstor Camilo Serna, los enfrentamientos entre el Clan del Golfo y la estructura ’20 de julio’ se han recrudecido, generando temor entre los habitantes. El mandatario expresó su preocupación por la presencia de grupos armados en territorios que históricamente habían estado alejados de la confrontación directa.
A pesar de los Consejos de Seguridad realizados en la subregión, Serna considera que las estrategias actuales no han sido efectivas para contener el avance de las estructuras criminales, que hoy se disputan el control de corredores estratégicos para el narcotráfico. Municipios cercanos como Urrao y Concordia también enfrentan situaciones similares.
El secretario de Seguridad de Antioquia, el general retirado Luis Eduardo Martínez Guzmán, señaló que el conflicto en esta zona se debe principalmente a la lucha por las plazas de microtráfico. Subrayó que los combates incluyeron el uso de armas de alto calibre, y anunció el despliegue de fuerzas adicionales para intentar estabilizar la región.
Los hechos violentos en Betulia no son aislados. En el corregimiento de Altamira, en el sector conocido como El Bombillo, fue asesinado recientemente John Freddy Durango Jiménez, hermano de un firmante del acuerdo de paz, hecho que también se atribuye al Clan del Golfo, según hipótesis preliminares de los investigadores.
El panorama general en el Suroeste antioqueño es preocupante: en lo que va del año, ya se registran más de 90 homicidios, la cifra más alta entre las subregiones del departamento. La mayoría de estos casos estarían vinculados a disputas internas dentro del Clan del Golfo, así como a la expansión de otras estructuras criminales como La Oficina de Andes y más de una decena de grupos locales.
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