Las investigaciones sobre el atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay siguen arrojando nuevas evidencias que apuntan a la existencia de una estructura criminal más amplia, articulada y planificada que habría operado durante el intento de magnicidio ocurrido el pasado fin de semana en Bogotá.
En exclusiva, el noticiero Noticias Caracol reveló una serie de registros audiovisuales captados por cámaras de seguridad en los alrededores del parque El Golfito, en Modelia, lugar donde se produjo el ataque armado mientras el político realizaba actividades proselitistas.
Las imágenes muestran los movimientos previos, durante y posteriores al atentado perpetrado por un menor de 15 años, quien ya fue aprehendido y enfrenta cargos por tentativa de homicidio y porte ilegal de armas.
Las grabaciones registran que el adolescente llegó a Modelia a las 3:22 p.m. del sábado 7 de junio, dos horas antes del ataque. Lo hizo a bordo de una motocicleta conducida por un acompañante, con quien sostuvo una breve conversación antes de realizar una llamada telefónica.
Pocos minutos después, a las 3:41 p. m., un vehículo plateado se estacionó en inmediaciones de la Avenida del Ferrocarril. El adolescente se acercó al automóvil, conversó con sus ocupantes durante algunos segundos y nuevamente hizo uso de su celular.
El carro comenzó a movilizarse por las calles del sector mientras, paralelamente, el senador Uribe Turbay iniciaba su recorrido por los locales comerciales del barrio, repartiendo propaganda electoral.
La secuencia registrada permite establecer que hacia las 5:20 p.m. un segundo vehículo, esta vez de color gris, ingresó al área donde se desarrollaban los eventos políticos. Este automóvil estacionó a escasas cinco cuadras del parque, donde el precandidato se dirigía a simpatizantes.
Dos minutos después, el joven descendió del carro, ahora vestido de forma diferente a como había aparecido horas antes. Del mismo vehículo también bajaron un hombre con camiseta blanca, gafas negras y barba, y una mujer con chaqueta negra y cartera blanca. Los tres caminaron juntos hacia el lugar del evento e incluso una transeúnte que paseaba a sus perros observó la escena con atención, mientras el automóvil gris abandonaba la zona con dirección al oriente de la ciudad.
A las 5:26 p. m., el adolescente alcanzó el lugar donde el senador Miguel Uribe pronunciaba un discurso sobre salud mental ante cerca de 200 personas. El menor se ubicó estratégicamente detrás del político, en un ángulo libre de cobertura por parte de los escoltas, que solo protegían el frente y los costados.
En ese instante se escucharon ocho disparos, de los cuales dos proyectiles impactaron al precandidato: uno en la región parietal izquierda de su cabeza y otro en el muslo. Mientras intentaba huir, el joven sicario fue alcanzado por un disparo de los escoltas, que lo hirió en una pierna y a las 5:30 p.m. fue finalmente capturado.
Según los videos revelados por el medio de comunicación, durante los momentos de confusión posteriores al ataque, otras cámaras de seguridad captaron movimientos de individuos que ahora están bajo la lupa de las autoridades. Un hombre de chaqueta clara ingresó a un restaurante del sector, bajó la reja y encerró temporalmente a empleados y clientes, antes de salir tranquilamente, encender su moto y abandonar el área.
Asimismo, otro motociclista vestido con chaqueta azul fue visto rondando los alrededores durante la huida del agresor, realizando movimientos erráticos mientras la persecución se desarrollaba.
La investigación que adelantan las autoridades busca establecer el papel que habrían cumplido estas personas, así como el nivel de coordinación que existió antes, durante y después del intento de homicidio.
Uno de los elementos que genera especial atención es la desaparición del celular que portaba el joven capturado, el cual podría contener información sensible sobre los autores intelectuales, las órdenes recibidas y las comunicaciones mantenidas antes del atentado.
Mientras el menor permanece bajo custodia en el búnker de la Fiscalía General de la Nación, en condición de testigo protegido, los investigadores avanzan en el análisis de los videos, las rutas de desplazamiento de los vehículos involucrados y los registros telefónicos de los participantes.
El intento de asesinato de Miguel Uribe Turbay se configura como uno de los episodios más graves de violencia política en los últimos años en Colombia. El ataque, cometido en plena vía pública y durante un acto de campaña, ocurre en un contexto preelectoral altamente polarizado de cara a los comicios presidenciales de 2026.
