Víctor Mosquera, edil de Fontibón por el Centro Democrático, rompió el silencio sobre la serie de amenazas que asegura haber recibido después del atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay el pasado 7 de junio en Bogotá.
Según su testimonio, teme por su vida y afirmó que, pese a sus denuncias, las autoridades no han implementado ninguna medida efectiva para protegerlo.
En declaraciones entregadas a un medio de comunicación en el programa La Red Viral, Mosquera relató que uno de los episodios más recientes ocurrió en plena vía pública, cuando una persona se le acercó y le dijo: “Si sigue hablando mierda, sigue usted”. Desde entonces, su rutina ha cambiado drásticamente: ha reducido su presencia en redes sociales, evita interactuar con ciudadanos de su localidad y considera seriamente abandonar el país ante la falta de garantías.
“Hoy me ha tocado quedarme en casa, salir del trabajo y esconderme como una rata porque temo salir a la esquina y caminar las calles que antes caminaba con total normalidad”, afirmó. Según el edil, ha acudido a las autoridades correspondientes y a la Unidad Nacional de Protección (UNP), pero las respuestas han sido, en sus palabras, insuficientes: “Me dan un teléfono para llamar cuando sienta que esté pasando algo, creo que eso no es suficiente”.
Mosquera aseguró que su única protección efectiva ha sido la fe: “Mi protección es Dios”.
El edil acompañaba a Uribe Turbay el día del ataque, ocurrido en el parque El Golfito del barrio Modelia, en el occidente de Bogotá. Según su relato, fue él quien lo socorrió de inmediato tras recibir los disparos, y lo trasladó en brazos a un centro médico mientras decenas de asistentes al acto político entraban en pánico.
“Lo primero que vi fue a Miguel en el suelo, chorreando sangre de su cabeza como el grifo de una llave”, recordó Mosquera. Durante los días posteriores, estuvo presente en la clínica Fundación Santa Fe, acompañando a la familia del precandidato, hasta que decidió no regresar por considerar que la situación se tornó un tema íntimo del núcleo familiar.
La denuncia del edil ocurre mientras el país aún intenta comprender el trasfondo del atentado político más grave en lo que va del año. Hasta la fecha, han sido capturadas cinco personas presuntamente vinculadas con el ataque: el menor Juan Sebastián Rodríguez, señalado de haber disparado contra Uribe Turbay; alias El Veneco, detenido el 11 de junio; alias Gabriela, el 14 de junio; alias El Hermano, el 19 de junio; y alias El Costeño, capturado en la madrugada del 5 de julio.
Pese a estas detenciones, Mosquera denunció un ambiente de abandono institucional. Aseguró que no ha recibido acompañamiento ni respuestas de fondo por parte del Estado, y que incluso ha sido su familia quien le ha planteado la posibilidad de abandonar el país.
“Siempre vale la pena arriesgar la vida para salvar la de alguien más”, expresó, aunque reconoce que el temor ha alterado su día a día como líder político local.
El edil finalizó con un llamado a las autoridades: avanzar con firmeza en las investigaciones y evitar que el caso quede reducido a capturas sin contexto. “Esto no le puede suceder a nadie, independientemente de lo que piense”, sostuvo, dejando en evidencia las consecuencias personales y políticas que sigue dejando el atentado al interior del partido de gobierno y la oposición.